Por Gustavo Di Palma, tomado desde su cuenta de Facebook
La candidatura-no candidatura del Poli Faustinelli hace dos semanas que viene al tope del ranking, bien lejos, entre los temas relevantes para los riosegundenses. Les diría que en Río Segundo no se habla de inflación, inseguridad, del tiempo que está loco ni de otros menesteres. Vas a la carnicería y tenés que esperar la pregunta inevitable mientras hacés la cola para pedir los bifes: “¿El Poli se baja?” O podés ir al super y mientras buscás la botellita con el caballito blanco alguien se te acerca y te dice: “¡El Poli sigue!”.
Nunca había visto tanta gente preocupada por el mismo tema, como si se tratara de una cuestión de vida o muerte. Como se dice en el lenguaje de Twitter, el “Poli se baja” y el “Poli sigue” son trending topic a nivel mundial. Finalmente, parece que el Poli se baja… O quizás habría que decir que el Poli no se baja exactamente, sino que podría subir como un globo inflado con helio.
Hipólito Faustinelli en un acto público realizado por el partido Todos por Río Segundo
Para que se entienda un poco mejor: el hombre más nombrado por los vecinos de Río Segundo a lo largo de estas horas no continuaría en la carrera por la intendencia local, pues el dato que circula en la mañana del lunes es que selló un acuerdo con Unión por Córdoba, cuyos alcances aún no conocemos. Pero descartamos que el exintendente y exdiputado nacional sea de los que dan puntada sin tirón, por cierto. ¿Los nombres que suenan detrás del acuerdo? Fortuna, Boyero, el propio Poli.
¿Y Verónica, la candidata de UPC a la intendencia de Río Segundo? Pues Verónica es candidata a la intendencia del peronismo local, claro, aunque todos ahora quieren saber cómo se acomodarán las cargas si queda totalmente confirmada esta interesante vuelta de tuerca de la política vernácula.
¿Y todos los que se encolumnaron detrás del Poli, entre ellos un 80 por ciento de los empleados municipales? Esa es otra de las preguntas que más resuenan por estas horas.
Se espera una inminente conferencia de prensa o alguna movida en los medios para aclarar el panorama, por supuesto. De lo que no me queda ninguna duda es que el tipo al que todos daban como un cadáver político hasta hace un par de meses atrás, logró que todo el mundo en esta comarca lo tenga a flor de labios durante las 24 horas del día. El Poli, una vez más, se convirtió en el ombligo del mundo para los riosegundenses. El odiadísimo pero a la vez amadísimo Poli es, sin dudas, un verdadero “animal político”, de esa raza a la que el hambre de poder y el olfato político le brotan por los poros. Hasta parece que el destino de Río Segundo está atado a su persona. De otra manera, no se explica que doña Rosa, esa que sólo se dedica a tejer y darle comida al pichicho, esté sentadita a la mesa, con el mate y el criollito, haciéndose en pleno 2015 la pregunta del millón: “¿El Poli sigue o se baja?”
