Una pelea entre una inquilina morosa y la esposa del propietario de la vivienda arrendada, con sus respectivas hijas, terminó en tragedia cuando el hombre salió de su casa empuñando una carabina calibre 22 y disparó contra Andrea Chávez, de 38 años, la empleada doméstica que debía.
Alejandro Hanjian es el dueño de unos departamentitos en el fondo de su casa, en San Nicolás 813, en la localidad de Pilar, al sur de la ciudad de Córdoba.
En la vereda de esa casa (y de los departamentos), a eso de las 14 de ayer, empezó la discusión entre las dos mujeres y sus respectivas hijas: hubo insultos, empujones y arañazos.
La tensión entre inquilina y propietarios no era nueva: desde hacía semanas que los últimos le reclamaban a Andrea Chávez el desalojo de la vivienda. Ella decía que el contrato no estaba vencido,
En medio de los gritos de las mujeres, el hombre salió de su casa: llevaba una carabina calibre 22 en la mano, según relataron a la Policía los vecinos que se habían asomado por las ventanas.
En el 101 de la comisaría de Pilar, los policías ya habían recibido el llamado de auxilio de una vecina, por lo que un móvil viajaba hacia esa dirección cuando Hanjian irrumpió armado en la pelea de las mujeres.
La reconstrucción que realizaron los policías sostiene que Andrea salió corriendo, hacia la casa de una vecina: buscó refugio en San Nicolás 839, pero no llegó; recibió los dos balazos en el torso y se desplomó en el ingreso de la vivienda.
De acuerdo con el relato del comisario mayor Jorge Flores, jefe de la Departamental Río Segundo, los uniformados llegaron cuando Andrea agonizaba y Hanjian estaba aún con el arma en la mano. “Sería el arma con la que disparó, de acuerdo con los primeros testimonios”, dijo el jefe policial consultado.
Hanjian, de 61 años, quedó detenido, y aún el fiscal de Río Segundo no lo imputó: debe completar pericias y testimonios para precisar qué tipo de delito le impondrá.
Una ambulancia trasladó a la mujer hasta un centro asistencial de la zona, donde murió minutos después.
Andrea era empleada doméstica, no tenía pareja y criaba a cuatro hijos. Al igual que su victimario, era oriunda de Pilar.
Aún faltan piezas en el rompecabezas que la Policía arma, pero el dibujo final será muy similar al relatado más arriba. “Los vecinos están conmocionados y sorprendidos por la reacción del hombre, a quien califican como ‘tranquilo’”, señaló Flores.