Tras una década de desendeudamiento, con el macrismo la Argentina vuelve a la espiral que la sumió en el desastre económico y social: endeudarse fuertemente para pagar deuda y, sobre todo, a los buitres.
Dejando atrás una década de desendeudamiento que le permitió al país cierta independencia financiera y política, el gobierno de Mauricio Macri pretende avanzar en su política de ‘retornar al mundo’ mediante un fuerte endeudamiento exterior.
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Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Adolfo Prat Gray: la Argentina retorna a la espiral de endeudamiento externo que, en su momento, desembocó en una tragedia económica y social en nuestro país.
El lunes por la noche, el titular de economía dijo ante los medios de prensa acreditados en esa cartera que la Argentina emitirá un bono por 15 mil millones de dólares para pagarle a los fondos buitre.
Prat Gay consideró que el pasivo total ascendería a alrededor de U$S 20.000 millones, sobre la que se realizaría una quita de sólo el 25%, por lo que quedarían U$S 15.000 millones. Además explicó que “ya hay acuerdo con la tercera parte” de los fondos que reclaman pagos en tribunales de Estados Unidos, por U$S 6.100 millones.
El funcionario opinó que “es muy importante la decisión que tomó el juez Griesa el viernes porque pudimos abrir un camino de diálogo y ahora lo vamos a transitar buscando todos los acuerdos que sean posibles”. Recordemos que esa decisión condiciona al Congreso de un país, hasta ahora, soberano.
Prat Gay indicó que para avanzar en ese sentido “es necesario que se lleve a cabo la discusión en el Congreso” que permita levantar la Ley Cerrojo, una de las condiciones que impuso Griesa”.
La segunda condición es que la Argentina cumpla con los acuerdos de pago se pudieran cerrar hasta el 29 de febrero. La cifra asciende a unos U$S 20.000 millones. De ese total, existen unos U$S 6.100 millones que ya aceptaron la oferta de la Argentina.
El ministro enfatizó que la Argentina realizará el pago en efectivo con lo producido por la “emisión de un bono” que será en dólares y con legislación extranjera, y descartó la posibilidad de pagarle a los acreedores con un título.
“La segunda condición de Griesa es que la Argentina le pague a los que ingresen antes del 29 de febrero. Para eso vamos a emitir un bono y con ese efectivo pagaremos”, explicó el ministro. “De esta forma -continuó- nos evitamos tener que negociar con los holdouts las condiciones de emisión de ese bono que estarían dispuestos aceptar, lo que además implica un ahorro significativo en el monto a pagar”.
Prat Gay reiteró que “al pagarle a los acordaron hasta el 29 de febrero, ya con la Ley Cerrojo derogada, Griesa levanta inmediatamente el bloqueo. Es algo que sucederá en forma instantánea”. De esta forma la Argentina quedaría habilitada para recurrir al mercado de capitales.
Consultado sobre si están dadas las condiciones de mercado para que la Argentina obtenga el total que necesita, Caputo destacó que “existe mucho interés” en el mercado por financiar a la Argentina.
Prat-Gay indicó además que los pagos pendientes a partir de los bloqueos de Griesa suman aproximadamente unos U$S 3.000 millones. Por ende, en caso que la resolución con los buitres involucre todas las demandas, la Argentina deberá hacer frente a pagos por U$S 18.000 millones.
Fuente: Ambito financiero