Las cuatro víctimas regresaban de madrugada en auto. Al frenar cerca de Toledo, fueron encañonados por los delincuentes.
De pronto, el ruido de la rueda chata girando sobre el pavimento les vaticinó lo que nunca querían escuchar a esa hora de la madrugada. Las cuatro personas arriba del Volkswagen Golf regresaban el domingo último, cerca de la 1, de una fiesta en Oncativo, cuando el imprevisto los obligó a frenar en la banquina, a la altura de Toledo, a poco más de 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Pero apenas apagaron el motor, dos sombras irrumpieron de entre los pastizales y no les dieron tiempo a nada.
A punta de pistola, los dos delincuentes encapuchados obligaron a los cuatro a descender del rodado e internarse en medio de los pastos altos. Allí, los despojaron no sólo de la llave del vehículo, sino también de los teléfonos celulares, billeteras, alhajas y casi toda la ropa. “Los dejaron casi desnudos en medio de un frío tremendo”, narró un allegado a las víctimas.Luego, los ladrones cambiaron la rueda pinchada, se subieron al auto y desaparecieron.
El caso nunca fue informado de manera oficial por la Policía.
Las víctimas descubrirían luego que no hubo nada de azar en este nuevo episodio de inseguridaden la provincia de Córdoba: esa parte de la autopista había sido regada de clavos tipo “miguelito” para obligar a los automovilistas a frenar ante la pinchadura de un neumático.
El caso no fue una excepción. Con sólo rastrear el archivo de noticias de La Voz se puede encontrar una seguidilla de notas sobre episodios similares en esa autopista en los últimos años.
Emboscadas en la autopista a Rosario.
El allegado que habló con La Voz se mostró molesto: “La Policía tiene que informar que está pasando esto para que nadie frene si se le pincha la rueda; que traten de seguir lo más posible hasta encontrar una estación de servicios o un lugar iluminado”.
Fuente: La voz del interior