Las altas temperaturas ponen en riesgo la salud de las personas, especialmente de los mayores de 60 años y de los bebés y niños. Los períodos de altas temperaturas pueden provocar un golpe de calor, caracterizado por fuerte dolor de cabeza, pérdida de la conciencia, aumento extremo de la temperatura corporal, mareo y sequedad en la piel. Por eso, es muy importante seguir algunas recomendaciones para evitar golpes de calor.

Entre las más destacadas, los especialistas recomiendan aumentar el consumo de líquidos para mantener una hidratación adecuada; no exponerse al sol en exceso ni en horas centrales del día y evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas y las comidas muy abundantes. En este sentido, sugieren ingerir verduras y frutas en vez de comidas abundantes.

También se recomienda reducir la actividad física y usar ropa ligera, holgada y de colores claros. Y, en lo posible, permanecer en espacios ventilados o acondicionados

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Cómo actuar si no te sentís bien

Ante sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros, se deberá solicitar de inmediato asistencia médica y trasladar a la persona afectada a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo. Lo otro que se puede hacer es intentar refrescarla, mojarle la ropa y darle de beber agua fresca.

Asimismo, el aumento de temperaturas impacta en el consumo energético, por lo que es importante, entre todos, hacer un uso responsable de la energía eléctrica.