El festejo, que el año pasado fue limitado por la Pandemia, es un homenaje al característico alfajor bellvillense que se destaca por su extremadamente suave textura y por crearse en el ámbito familiar, como un postre para compartir.
El pasado viernes se llevó a cabo una reunión en la Municipalidad de Bell Ville, en la que se acordó la fecha de realización de la segunda edición de la Fiesta de la Capia. De la misma participaron el secretario de Gobierno belvillense, Agustín López y el encargado de Cultura y Educación, Gustavo Calzolari, en representación del gobierno local y tambien lo hicieron un grupo de fabricantes del particular producto.
En ese conclave se decidió fijar la fecha del domingo 22 de mayo para la realización del festejo que tendrá como epicentro la plaza 25 de Mayo. Las actividades comenzarán en las primeras horas de la tarde y se extenderán hasta bien entrada la noche, con la participación de numerosos artistas locales en el escenario.
Asimismo funcionará una feria con puestos especiales para cada uno de los fabricantes de capias y en otro sector de la plaza se reservarán espacios para artesanos, emprendedores y entretenimientos para niños.
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¿Que es la Capia?
Es un producto gastronómico de origen norteño pero que siempre tuvo amplia aceptación y producción en la ciudad cabecera del departamento Unión. Los vecinos más antiguos recuerdan la notable calidad que tenían décadas atrás las capias fabricadas por la confitería Primicia.
Actualmente existen en Bell Ville muchos fabricantes de este producto de repostería similar a un alfajor aunque diferente en su contenido y presentación.
Las capias son originarias de los valles Calchaquíes y de las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca, aunque en Bell Ville se modificaron. Presentan tres tapas o discos unidos por dulce de leche. La masa es diferente ya que se utiliza harina de trigo corriente y no la de maiz capia como en el norte y noroeste argentino.
En el proyecto de Ordenanza que institucionalizó el festejo se destacó que “las capias comenzaron siendo elaboradas sin receta alguna. En la cocina de una familia bellvillense, con la intención de cocinar simples alfajores de maicena, se elaboró por primera vez lo que hoy llamamos ‘capias’, nombre que autodefine a una clase de alfajor artesanal clásico aunque con una distinción muy particular que lo hace único en su estilo”.
En sus principios eran elaboradas para degustar en familia y compartir con los amigos, aunque tras varias producciones se comenzó a conocer las medidas y cantidades exactas para poder crear una receta precisa.
Luego de un tiempo sin reconocimiento y tras algunos años de fabricarlas continuamente, las capias comenzaron a hacerse conocer. Esta vez elaboradas por los hijos y nietos de las familias pioneras quienes comenzaron a producirlas ofreciéndolas a los habitantes de la ciudad de Bell Ville, y estableciendo así un producto único y de elaboración artesanal que hacen que las mismas adquieran mayor sabor que las norteñas.
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Segunda edición
El año pasado, por iniciativa del intendente Carlos Briner y con el objeto de fomentar la actividad turística y cultural de esa ciudad, el Concejo Deliberante de Bell Ville aprobó una Ordenanza estableciendo que en el mes de mayo de cada año se celebre la Fiesta de la Capia “por ser un producto representativo” de la ciudad.
La primera edición sufrió las limitaciones marcadas por la emergencia sanitaria, pero constituyó el puntapié inicial de la festividad. Este año las expectativas son las de lograr congregar un importante número de asistentes y participantes en la feria y en las actividades conexas.