Además de Jéssica Peña, quien comandaba la brigada en la ciudad, fueron condenados su pareja, tambien policía, y otro cómplice. Precisamente la organización fue desbaratada a partir de sospechas de infidelidad de parte de la esposa del tercer implicado.
A más de un año de un caso que conmocionó en Villa María y toda la provincia, una exjefa de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) recibió una dura pena tras confesar que cultivaba marihuana y la comercializaba. Este viernes por la tarde se conocieron las sentencias, poniendo fin al juicio.
Se trata de Jéssica Peña, quien este viernes fue condenada a 10 años de cárcel. La mujer comandaba la brigada provincial antinarcóticos en la ciudad cordobesa y en el juicio confesó haber montado un laboratorio para la producción y comercialización de drogas.
El hecho tomó relevancia nacional en abril del año pasado. Finalmente, tras una larga investigación, la jueza de los Tribunales de Villa María dictó sentencia para Peña (10 años), su pareja (11 años), también policía antidrogas, y un tercer cómplice (7 años).
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“Esta gente, junto con un particular, alquilaron primero un departamento y cultivaban para vender cannabis sativa”, detalló a Telenoche por Canal 12 el fiscal Francisco Márquez.
“Si la jefa de la FPA tiene un vivero para cultivar marihuana, no quiero imaginar la cantidad de zonas liberadas que hubo”, agregó el magistrado.
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Las tres personas apuntadas habían admitido, en la primera audiencia, su responsabilidad en los hechos que los tenían como acusados. Sentados en el banquillo, Peña, su pareja Luciano Andrada y Cristian Gudiño confesaron que integraban una organización para cultivar y vender drogas.
Una sospecha de infidelidad destapó todo
De casualidad, el caso salió a la luz en abril de 2021. La esposa de Gudiño, el tercer implicado en la banda, sospechaba de una infidelidad por distintas situaciones que se fueron dando, y eso fue el puntapié inicial para dar con el departamento con marihuana.
“Si la jefa de la FPA tiene un vivero para cultivar marihuana, no quiero imaginar la cantidad de zonas liberadas que hubo”
Fiscal Francisco Márquez.
La mujer fue hasta el lugar y encontró a su marido. Una fuerte discusión en la vereda derivó en denuncias de vecinos. Peña y Andrada intervinieron e intentaron calmar todo para evitar que se descubriera el laboratorio.
Finalmente, todo llegó a manos de la Justicia, el domicilio fue allanado, y se encontraron varios elementos que terminaron implicando a los tres condenados.