La medida fue aprobada por unanimidad.
A poco más de una semana de conmemorarse el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, el Concejo Deliberante de La Falda aprobó este miércoles por unanimidad la adhesión de la localidad a la ley nacional de “promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero”.
De esta manera, si bien la Municipalidad ya cuenta con dos mujeres trans entre su planta de trabajadores cubriendo así el cupo laboral del 1 por ciento que marca la norma, le medida pasará a convertirse en una política de Estado que continuará vigente más allá de quien asuma el Poder Ejecutivo local. Además, busca fomentar la contratación en el sector privado de la localidad.
Proyecto
El proyecto fue consensuado entre ambos bloques y señala entre sus considerandos que “la contratación de personas trans en el ámbito municipal constituirá una acción que fomente con el ejemplo la contratación en otros sectores logrando que comience un gran cambio de inclusión social”.
“Si bien el municipio cuenta con dos chicas trans entre sus trabajadores, que lo vienen haciendo desde la gestión anterior, la aprobación de este proyecto es un reconocimiento y un impulso más a seguir creciendo”, destacó en uso de la palabra la concejala de Juntos por La Falda, Jorgelina Rial, quien además realizó una reseña en reconocimiento a Diana Sacayán y Lohana Berkins, ambas mujeres trans.
Por su parte, su par del bloque de Hacemos Por Córdoba, Maia Martinich, agregó: “Para que el reconocimiento sea efectivo ante tanta historia de injusticia, exclusión y muerte necesitamos de estas políticas de inclusión. Es con trabajo que vamos a permitir una mayor integración porque la historia no les ha dado el lugar que se merecían y como sociedad necesitamos hacerlo posible. Este proyecto va a permitir que La Falda y su sociedad sea un poco mejor”.
Inclusión
Tras la aprobación de la adhesión, la presidenta de la Casa Trans de La Falda, Yesica Reyes remarcó: “Fue duro todos estos años luchar para incluir a las chicas en la sociedad o en un trabajo. Estoy orgullosa de mis compañeras y de las chicas que ya no están. Quiero agradecer a los que hicieron posible esto y a los que me abrieron las puertas cuando llegué a La Falda hace 22 años. Yo vengo de la prostitución; del maltrato policial… No me da vergüenza. Hoy puedo caminar con la frente bien alta respetando y valorando a todos los vecinos para que seamos respetadas”.
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