La salida del viceministro de Gobierno e impulsor de las Juntas promotoras Llaryora Gobernador, pone en evidencia que “la vieja guardia” no está dispuesta a ceder tan facilmente sus lugares. Mensajes entrelíneas y advertencias veladas del schiaretismo. Un tweet del Gobernador para calmar las aguas.
La salida de un funcionario provincial agitó las aguas en Hacemos por Córdoba esta semana. Se trata de la renuncia del secretario de Gobierno provincial, Federico García, quien argumentó “razones personales”.
El paso al costado de quien secundaba a Facundo Torres en un estratégico ministerio del Centro Cívico se registró tras una reunión de gabinete encabezada por el gobernador Juan Schiaretti el pasado lunes en el Panal, donde el hasta entonces funcionario provincial fue apuntado como uno de los armadores de las juntas promotoras que resisten los históricos caciques departamentales, reveló en un artículo el diario Alfil. El martes al mediodía el ex intendente de Laguna Larga presentaba su renuncia.
Al respecto, una fuente de la Casa de Gobierno provincial indicó que la vieja guardia del PJ desde hace tiempo viene manifestando su disconformidad frente a los lanzamientos de las juntas promotoras y actos políticos en distintos puntos de la provincia que promueven al intendente Martín Llaryora como candidato a gobernador para el año próximo. Creen que no hay que apresurar los tiempos. Aunque muchos piensan que, en realidad están demorando todo porque no tienen asegurado que lugar van a ocupar ellos en la hipotética próxima gestión provincial.
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La “vieja guardia”
Sergio Busso, Oscar González, Francisco Fortuna y algunos más, son figuras que desde hace más de 2 décadas se vienen repitiendo en la política de Córdoba pero que, a pesar que en el PJ cordobés soplan aires de renovación, se resisten a dar lugar a los más jóvenes.
“Nadie se jubila en política”, dice un remanido apotegma, y por eso, la “vieja guardia” pejotista reaccionó y pidió una reunión política con el mismisimo gobernador Schiaretti para plantear su desacuerdo con los movimientos de quienes, como el renunciante García, vienen acelerando los tiempos de la postulación de Martín Llaryora a la jefatura del Panal. Estuvieron los nombrados previamente, pero tambien el vicegobernador Manuel Calvo, el ministro de Gobierno Facundo Torres, y su par de Vinculación Comunitaria, Paulo Cassinerio. Allí habrían “pedido la cabeza” de García, acusandolo de ser el armador de las movidas pro Llaryora en el interior.
“No están respetando la orden que bajó Schiaretti: nada de candidaturas hasta que él defina los tiempos. Hay un desparramo en la tropa que busca acomodarse y eso desordena”, dijo uno de los presentes en la reunión del lunes. “Se están peleando a ver quién es más llaryorista”, dijo otro.
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¿Fuego amigo?
Después del cimbronazo que provocó en el ámbito municipal el fallido show del cantante Ulises Bueno, a raíz de la filtración de los costos que iba a tener dicho espectáculo, en el seno del Palacio 6 de Julio se tejieron diversas especulaciones. Desde que se trató de una movida del Suoem en conflicto previo al acuerdo salarial hasta “fuego amigo” de los schiaretistas que buscan enviar hacia adentro del peronismo un mensaje disciplinador. Habrá que ver si el llaryorismo se dejará disciplinar.
Lo cierto es que, ante la imposibilidad de Schiaretti de volver a candidatearse y las expectativas del intendente capitalino, Martín Llaryora, el seguro designado en la cadena de sucesión del oficialismo, algunas disputas entre las segundas líneas parecen haberse disparado con una onda expansiva más fuerte que lo aconsejable. Hay una inevitable reconfiguración del poder provincial y esto genera lógicas tensiones. Aunque la relación entre ellos dicen que es excelente.
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“Somos un mismo equipo”
En su rol de líder del PJ cordobés que heredó tras la muerte de José Manuel de la Sota y que completó con el histórico triunfo electoral de 2019, Juan Schiaretti salió ayer via Twitter a mandar un mensaje de unidad a la tropa: “Somos un mismo equipo con el intendente Bernarte, como lo éramos con Martin Llaryora primero y con Ignacio García Aresca después” escribió el gobernador luego de su visita a San Francisco.
Esa bajada de línea del gobernador parece estar destinada a calmar las aguas hacia adentro de la coalición gobernante donde, seguramente, habrán de sentarse a discutir cual será el papel que cada uno tendrá de ahora en más, pero sin poner en riesgo la continuidad en el poder. Desde Juntos por el Cambio Luis juez y sus socios radicales miran expectantes.