Al conmemorarse el 172° aniversario de su fallecimiento, el historiador repasó algunos aspectos de la vida del Libertador en Europa. Recordó la persecución de Rivadavia, el exilio en el Viejo Continente, los problemas financieros en Bruselas, su tiempo en París y sus gestiones diplomáticas en favor de Argentina. Además, se refirió a su interés por el federalismo y la relación que mantuvo con el gobernador cordobés Juan Bautista Bustos.
El General José de San Martín es uno de los próceres más emblemáticos para los argentinos. Sus ideales, virtudes y logros lo convirtieron en el héroe nacional más reivindicado por la historia. El título de Padre de la Patria con que se lo conoce resume todo lo que significó para Argentina. Su ilustre existencia se apagó el 17 de agosto de 1850 en Boulogne Sur Mer (Francia), pero su legado perdurará por siempre en la memoria.
Con motivo del aniversario 172 del fallecimiento del Libertador, el profesor, historiador y escritor Felipe Pigna repasó la vida de San Martín en Europa durante su infancia, adolescencia y juventud, y también en su exilio desde 1824 hasta el final de sus días.
“Viajó a España con sus padres a fines de 1783, cuando tenía 5 años”, indicó Pigna. Allí primero vivió en Cádiz, luego en Madrid (estudió en el Real Seminario de Nobles) y en Málaga, lugares en los que recibió educación. Dijo que a los 11 ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Murcia. “Al poco tiempo fue destinado al norte de África, donde combatió contra los bereberes y los moros; la primera parte de su carrera militar se desarrolló en lo que hoy serían Argelia y Marruecos”, precisó.
El historiador detalló que San Martín fue nombrado oficial a los 15 años. “Demostró coraje y fue descripto como muy valiente, tenía una foja de servicio brillante”, puntualizó. Fue incorporado al ejército español y enfrentó a ingleses y franceses. “La última etapa de su vida militar en Europa fue la guerra contra la invasión de Napoleón a partir de 1808”, remarcó después.
Según Pigna, muchos hechos sobresalientes involucraron al General durante sus años como militar español. “Participó en más de 30 combates, con actuaciones destacadas en Bailén y Arjonilla que le valieron condecoraciones”, señaló. Y agregó que en 1811 obtuvo el grado de teniente coronel.
En marzo de 1812 San Martín retornó a Argentina desde Londres (Inglaterra) y empezó a colaborar con la gesta independentista de nuestro país, Chile y Perú.
El exilio voluntario
“Después del cruce de los Andes y de la campaña del Perú, Bernardino Rivadavia comenzó a perseguirlo con operaciones de prensa; lo veía como un competidor para sus ambiciones presidenciales; eso motivó a San Martín a exiliarse en Europa”, reveló Pigna.
Recordó que su salida voluntaria ocurrió en 1824. Ese año residió algunos meses en Londres y luego se radicó en Bruselas (Bélgica), donde vivió seis años, hasta fines de 1830.
“Primero fue a Londres, pero era muy caro; se dio cuenta que era mejor vivir en Bruselas, más económico”, relató. Y prosiguió: “Su situación financiera era grave porque el gobierno rivadaviano se negaba a pagarle sus pensiones; tenía que sostenerse como podía, con ayuda de amigos; incluso iba a comer a algunos comedores populares”.
Pigna afirmó que el Libertador se instaló en París en 1830 “con la ayuda de su hermano y de Alejandro Aguado, hombre de gran fortuna que lo presentó a la sociedad francesa”. Dijo que su situación económica mejoró entonces, más exactamente desde que su yerno Mariano Balcarce y su amigo Tomás Guido consiguieron que Rosas le pagara el retroactivo de su sueldo. “Con ese dinero compró la casa de fin de semana en Evry, conocida como Grand Bourg, donde pasó veranos y fines de semana con su hija y su nieta”, subrayó.
Sobre Aguado, afirmó que “era un hombre vinculado a la cultura” y eso le permitió a San Martín conocer a grandes figuras como Víctor Hugo, Balzac y Donizetti. “En París tuvo una vida cultural y social muy intensa, con gente importante; frecuentaba la ópera, los cafés cercanos, el teatro y el botánico”, remarcó.
“Siempre estuvo atento a lo que pasaba en Buenos Aires; recibía los periódicos, colaboró durante el bloqueo francés, realizó gestiones diplomáticas en favor de Argentina y lo mismo hizo con el bloqueo anglofrancés del ’45; y tuvo una fluida correspondencia con Rosas, a quien apoyó en su política exterior”, se explayó. Y apuntó que San Martín “se sentía una persona independiente y con la suficiente autoridad para opinar de lo que pasaba en el país”.
Según el historiador nacido en Mercedes, cuando vivía en ciudades europeas San Martín recibió a Alberdi y Sarmiento, entre otras personas destacadas de su época.
No sólo residió en París. También estuvo un tiempo en Montmorency, en Evry y, desde 1848 hasta 1850, en Boulogne Sur Mer, cuando ya sufría serios problemas de salud como reuma, asma, gota, úlcera gastroduodenal y ceguera (devenida tras una cirugía de cataratas). “Esos dos años su hija Mercedes le leyó la correspondencia, los periódicos y los libros que tanto quería; era un gran lector”, ponderó Pigna.
Aquejado por sus dolores, viajó periódicamente para tratarse a Aix-la-Chapelle. Luego pasó por Marsella y otras ciudades francesas. A fines de 1845, con su salud más resquebrajada, se refugió en el clima de varias ciudades de Italia.
El vínculo con Bustos
San Martín mantuvo una relación epistolar con Juan Bautista Bustos, aseguró Pigna. Refirió que el contacto con el gobernador cordobés se dio en el año 1823, cuando el Libertador estaba en Mendoza: “Bustos quiere colaborar en el final de la campaña libertadora, intenta ayudarlo, igual que el gobernador de San Juan, y envían tropas que participan en las últimas batallas por la independencia”.
De acuerdo con Pigna, la vinculación epistolar entre ambos apuntaba a “un armado político para el Congreso del ’24 en el que estuvieran también Estanislao López y Bustos”. Añadió al respecto: “Inquietaba mucho a Buenos Aires la posibilidad de un armado de carácter federal que tuviera a San Martín como referente; eso trató de evitar Rivadavia con una campaña de desprestigio y espionaje a San Martín”.
Recordó que el Padre de la Patria estuvo en Saldán (entre junio y agosto de 1814) “para elaborar el plan del cruce de los Andes junto a Guido”. Y añadió: “Pidió una reunión con gente de la cultura y propuso la reedición de ‘Comentarios reales de los incas’, de Garcilaso de la Vega, que era un libro prohibido por la Inquisición; esto habla del interés de San Martín por los pueblos originarios”.
Valoración
En opinión de Felipe Pigna, el General José de San Martín “es uno de los personajes históricos más queridos junto a Belgrano”.
“Consolidó la independencia de Argentina, Chile y Perú; además, fue un gran promotor de la cultura: fundó las bibliotecas de Mendoza, Lima y Santiago de Chile; fundó escuelas; promovió la salud pública; y fomentó la industria del vino en Mendoza; fue un hombre muy valioso por muchísimas cosas”, completó.
(*) El escritor Felipe Pigna tiene una extensa bibliografía publicada a través del Grupo Planeta, que puede encontrarse en las librerías argentinas.