El alcalde porteño casi mete la pata reuniendose con Prunotto cuando JxC hierve por la reunión de intendentes boina blanca con Llaryora. Un llamado de Negri lo salvó. Luego estuvo en Jesus María donde posó como gaucho y casi canta con El Chaqueño.
El jefe de gobierno de la CABA, Horacio Rodriguez Larreta, metido de lleno en la promoción veraniega de sus aspiraciones presidenciales está recorriendo este fin de semana la provincia de Córdoba. Recien llegado de Mar del Plata donde montó con su fenomenal equipo de marketing, una escena donde supuestamente surfea una ola; pasó, sin escalas, a transformarse en un gaucho hecho y derecho, pelando chambergo y participando de la tradicional “picada” que todos los años organiza el salteño “Chaqueño Palavecino” previo a su participación en el festival de Jesús María.
Pasó de todo. El día miercoles, el equipo de campaña del alcalde porteño les avisó a la intendenta de Estación Juarez Celman, la radical Myrian Prunotto, y a su par de Colonia Caroya, el llaryorista Gustavo Brandan que pasaría a saludar antes de encontrarse en los pagos de este último con Oscar Esperanza Palavecino, más conocido como Chaqueño Palavecino.
Hasta ahí todo venía aconteciendo de la manera planeada hasta que, cuando ya había pisado suelo cordobés, recibió un llamado en su celular de uno de los máximos dirigentes de la UCR cordobesa, Mario Negri, advirtiendole que, de ninguna manera iba a tolerar que se reuniera con la ascendente jefa comunal de su partido.
Al parecer alguien le sopló a Luis Juez que el jesusmariense del PRO, Gabriel Frizza había convencido a Larreta de la conveniencia de visitar a Prunotto. Ahí nomas el jefe del Frente Cívico llamó a su amigo Negri y este a Larreta. Conclusión: la intendenta y el nutrido grupo de bienvenida que había preparado se quedaron esperando a un costado de la autovia porque el precandidato amarillo pasó de largo hacia Caroya.
Allí fue recibido por el peronista Brandan, probó los tradicionales salames caroyenses y se fue derechito a la tradicional “juntada” del Chaqueño donde dicen que no se animó a cantar a pesar de la insistencia de algunos de sus laderos pero si posó con la sonrisa de oreja a oreja junto al cantante luciendo un sombrero de ala ancha que le alcanzó un asesor de imagen.
Llaryora, la “pata radical” y el “cordobesismo” al palo
Tanto revuelo con la frustrada visita de Larreta a Prunotto tiene una explicación y es que la jóven intendenta de Estación Juárez Celman el día anterior se había reunido junto a dos colegas, tambien radicales, intendentes de importantes ciudades del interior, con el intendente de Córdoba y candidato de Hacemos por Córdoba, Martín Llaryora. El mitín, como era de esperar, puso los pelos de punta a Luis Juez (que estaba en una exclusiva playa de Cancún) y a sus socios los radicales Ramón Mestre y Mario Negri.
El jueves al mediodía Llaryora compartió un almuerzo con la intendenta Myrian Prunotto, y luego se sumaron al encuentro otros dos intendentes radicales: Carlos Briner (Bell Ville) y Gustavo Benedetti (Arroyito).
Si bien se dice que solo hablaron temas de gestión, en el entorno de la dueña de casa reconocieron la posibilidad cierta de sumarse, junto a varias decenas de intendentes del centenario partido, a un armado que encabece Llaryora y que exceda al peronismo. Sus correligionarios son más cautos pero por lo bajo admiten que, casi con seguridad el candidato de la oposición será Luis Juez (porque ya lo acordó con Mestre y Negri que manejan el sello de la UCR), y esto no los convence para nada.
“Mestre y Negri ya le entregaron la UCR a Juez” dicen cerca de Prunotto y afirman estar convencidos que Rodrigo de Loredo no podrá hacer nada para impedirlo.
¿Que podría ofrecerles Llaryora que no les garantiza Juez? Que el peronismo coloque en esos lugares a candidatos que no les hagan sombra para garantizar su continuidad o la de alguien de su confianza y la posibilidad de contar con lugares en un futuro gobierno para ellos o para dirigentes de su confianza.
El “cordobesismo” como partido provincial está cada vez más cerca de convertirse en realidad. Martín Llaryora lleva personalmente las negociaciones para sumar no solo a radicales sino tambien a dirigentes del PRO cercanos a Mauricio Macri (se dice que el ex presidente vendría a Córdoba a bendecir la movida). Y, en tierras de anti kirchnerismo, el PJ mediterraneo está cada vez más alejado del peronismo nacional y de su doctrina.