Al menos tres encuestadoras pusieron al gobernador y al libertario a la cabeza de la intención de voto. Qué pasó con la capital de JxC.

El sentimiento emancipador que Córdoba tiene es tan tradicional como la Cañada misma. Desde tiempos inmemorables, la provincia mediterránea se ha querido desmarcar del centralismo porteño y, aunque nunca estuvo cerca de romper la alianza, hizo todo para reunir los elementos como para ser lo más independiente posible.

En ese orden, en Córdoba siempre gustó jugar con la idea de que la provincia tiene lo necesario como para ser “un país”. Desde lo cultural, lo económico y, sobre todo, lo político.

Respecto a eso último, la provincia ha demostrado, en los últimos años, ser un ecosistema aparte en lo electoral. Nunca en consonancia con el oficialismo nacional, el votante cordobés dejó en claro que a la hora de ir a la urna toma una postura crítica partiendo el voto y no arrastrando listas sábana o candidatos ocultos.

Basta con ver que el movimiento nacional más grande de las últimas dos décadas, el kirchnerismo, nunca pudo penetrar con firmeza en la provincia. Y, probablemente, nunca lo hará.

Lo mismo sucedió con el contrapunto de Juntos por el Cambio. Si bien la coalición entró con fuerza a la provincia, a poco menos de cuatro años del fin del gobierno de Mauricio Macri, Córdoba no parece aquel bastión que le confió al espacio el 70% de los votos en una presidencial.

De hecho, las encuestas actuales demuestran que está mucho más lejos de lo que algunos cambiemistas pensaban. Ello, claro, tomando la prudencia necesaria que ameritan estos estudios, que se han ganado cierta desconfianza en los últimos tiempos.

Jugando con esa idea de “Córdoba país”, al menos tres encuestadoras decidieron medir el rendimiento de los precandidatos presidenciales en la provincia. Y, para sorpresa de muchos, la provincia mediterránea podría tener un balotaje impensado en el resto del territorio nacional.

El mismo, según las tres encuestadoras, sería entre el gobernador Juan Schiaretti y el candidato libertario, Javier Milei. Como tercera fuerza en disputa entrarían las variantes de Juntos por el Cambio.

El primer caso expuesto es el de la conocida CB Consultora, con asiento en Córdoba. Según ese estudio, Juan Schiaretti se alzaría con el 28,6% de intención de voto, seguido por Milei, que alcanza en 26,7%.

En tercer lugar aparece Patricia Bullrich con el 17,8%, y más atrás el resto de los presidenciables de JxC. Cabe destacar que en caso de aglomerar todos los votos que podrían ir a Juntos por el Cambio, la elección quedaría en un triple empate ya que Juntos por el Cambio podría sumar el 28,5% de los votos.

Por otra parte, la consultora Corinto hizo el mismo estudio en Córdoba. En ese caso, Juan Schiaretti volvió a ocupar el primer lugar con el 30% de los votos, mientras que Milei quedó un poco más atrás con el 23%.

Para Corinto, todas las opciones de JxC sumarían 19%, quedando fuera de un virtual balotaje en Córdoba. La opción volvería a ser encabezada por Patricia Bullrich.

La misma pregunta hizo la consultora Feedback, aunque en este caso el resultado se invirtió. Allí, Milei quedó al frente con el 25% de intención de votos, mientras que el gobernador de Córdoba secundó con el 21,8%.

En cuanto a Juntos por el Cambio, el estudio posicionó a la fuerza como quinta opción, por detrás de los indecisos y los votos en blanco. Algo que, en la práctica, difícilmente suceda.

Posiblemente, la aventura de Juan Schiaretti a nivel nacional termine en un acople con otra fuerza que le permita al precandidato cordobés catapultarse en la discusión nacional. En Córdoba, el gobernador tiene una imagen positiva alta y su presencia en una boleta nacional genera un efecto de arrastre importante a nivel provincial.

Para Javier Milei, la presencia en la parte alta de las encuestas debe ser motivo de entusiasmo medido. La falta de presencia de candidatos a nivel local podría jugarle en contra, aunque el sentimiento antikirchnerista que vive en Córdoba lo podría materializar como un candidato protagonista.

Ese sentimiento parece haberse mudado desde Juntos por el Cambio, que a nivel provincial mantiene un cabeza a cabeza con el oficialismo. La coalición ya no tiene la potencia que tuvo en 2015 y 2019 en Córdoba, y la presentación de una opción unificada posiblemente sea la clave para recuperar la provincia que supo ser la cuna del “cambio”.

Fuente: Urgente 24