Todos los detalles de la mayor obra de ingeniería de las últimas décadas. Planificada con una sola opción, no podía fallar.
Es un tubo de 36 pulgadas de diámetro (91,4 centímetros) que se extiende por 573 kilómetros desde el norte patagónico hasta la estepa pampeana a través de cuatro provincias, Neuquén, Rio Negro, La Pampa y Buenos Aires. Son 47.700 caños que suman 300 mil toneladas de acero. La primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) Tratayén-Salliqueló, que se inaugura este domingo 9 de julio, significó un despliegue de tecnología, logística y esfuerzo humano inédito en el país. Hay consenso en el sector del gas y petróleo: el período de diez meses de construcción y puesta en funcionamiento marcó un hito a nivel internacional.
La construcción del conducto atravesó 110 pasos críticos: por ejemplo, durante 1,3 kilómetro, la tubería quedó instalada a 33 metros de profundidad, por debajo del lecho del Río Colorado, para unir a Río Negro con La Pampa. En los primeros 115 kilómetros de traza, el nuevo caño se cruzó con decenas de instalaciones existentes de ductos de gas y petróleo que interferían y exigieron readecuaciones de diseño y construcción. Además, los cruces por debajo de rutas y caminos, de las vías del ferrocarril y de las líneas de transporte eléctrico de media y alta tensión.
La obra se encaró en tres frentes simultáneos y utilizó tecnología inédita en el país: robots que hacen soldaduras automáticas de gran velocidad. Un equipo de 45 profesionales soldadores viajó desde Turquía para manejar esa tecnología de frontera. El promedio final de construcción del gasoducto, de 2,5 kilómetros de cañería por día, implicó jornadas de 5 kilómetros de avance de obra. Entre la primera y la última soldadura pasaron 178 días.
Es una obra única en Sudamérica. El corto plazo de construcción permitió tener el gasoducto antes del pico de demanda invernal de 2023. Está catalogada como la obra de ingeniería más importante de los últimos 35 años en transporte de gas. La referencia es el Gasoducto Neuba II de Neuquén a Buenos Aires, construido durante la presidencia de Raúl Alfonsín.
Público y privado
El nuevo ducto es una autopista soterrada para conducir hacia los centros urbanos de mayor consumo el gas que produce Vaca Muerta, el yacimiento de clase mundial con potencial para cambiar la realidad energética de Argentina y la región, a partir de la producción de gas y petróleo no convencional que viene creciendo en volúmenes y que, sin embargo, no se podía transportar y darle uso.
La construcción del gasoducto está estandarizada. El primer paso es la apertura de la “pista”: se desmaleza una franja de 20 metros de ancho en todo el recorrido. Luego, se construye la zanja y se arma el desfile de los caños. El curvado de los tubos se hace sobre la pista. El paso siguiente es el soldado. Luego, la inspección: se reparan las deficiencias y se reviste la tubería para finalmente bajarla a la zanja, tapar el pozo, hacer la prueba hidrostática y la inspección interna de la cañería. Cada tramo de caños que se introduce a la zanja es de entre 900 y 1.200 metros.
Las chapas planas para la producción de los tubos se importaron de Brasil, provenientes de la empresa Usinas Siderúrgicas de Minas Gerais (Usiminas), una de los mayores productoras de acero de Latinoamérica.
Los tubos con costura se fabricaron en la empresa Tenaris Siat (Techint), en Valentín Alsina, partido de Lanús. Desde allí se hicieron 14 mil viajes de camiones de 14 toneladas. Cada viaje duró 16 horas por la Ruta Nacional 5 y la Ruta del desierto.
La ausencia de infraestructura en el desierto obligó a las empresas a levantar campamentos para los trabajadores. Cinco “pueblos” modulares con todos los servicios para albergar a los 4.900 empleos directos. La jornada comenzaba a las siete de la mañana y terminaba a las siete de la tarde.
El consorcio que conformaron Techint, de Paolo Rocca, y SACDE, de Marcelo Mindlin (Pampa Energía), construyó 445 km entre Tratayen y Doblas en La Pampa. La empresa BTU, de Carlos Mundin, se hizo cargo del segmento restante, desde la localidad de Macachín (La Pampa) hasta Salliqueló. La licitación incluyó obras complementarias, dos gasoductos más cortos y una planta compresora que se siguen construyendo. Además, no se licitó aún la segunda parte del gasoducto GPNK, que irá desde Salliqueló hasta San Jerónimo, en Santa Fe.
Las empresas trasladaron al desierto más de 1.200 equipos y máquinas. El gasoducto lleva también en todo el recorrido una fibra óptica (falta instalar) que servirá para monitorear su funcionamiento. Cuenta con 17 válvulas de bloqueo y seguridad, plantas compresoras, plantas de Scrapper para limpieza del ducto y otras instalaciones superficiales para medir el flujo del gas, darle olor, regular la presión, etc.
La planificación vence al tiempo
“Se superaron dos grandes desafíos: la logística, para el traslado de caños y válvulas, trabajadores y equipos especializados hacia la obra, y el tiempo de realización. La puesta en funcionamiento del GPNK estableció un nuevo hito a nivel mundial en la construcción de gasoductos”, dijo a Letra P Agustín Geréz, presidente de la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), que fue la contratista de la obra.
El expresidente Mauricio Macri lo había anunciado en el último semestre de su mandato, en 2019, pero nunca llegó a licitarlo. El gobierno de Alberto Fernández, luego de la pandemia, que generó una baja de la producción en Vaca Muerta, designó a Enarsa y a YPF al frente del proyecto y el 3 de junio de 2022 se publicó la licitación internacional. El pliego establecía que la obra debía terminarse el 20 de junio de 2023.
A días de publicarse la licitación, Rusia invadió Ucrania y generó el aumento mundial del precio de los combustibles y, también, que algunos de los principales jugadores del sector estuviesen imposibilitados de participar de la licitación.
“En 30 años de trabajo en el rubro, hablando con colegas, no tenemos recuerdos de otro proyecto igual por la magnitud producción y el tiempo empleado”.
“Lo más importante de este gasoducto fue pensar, planear y prever cada detalle antes de comenzar. El trabajo previo fue la clave para cumplir el objetivo: para cada maniobra teníamos el plan A, el B y el C”, explicó a Letra P Carlos Coletto, gerente de la Unidad de Negocios de Gas y Petróleo de SACDE, un ingeniero que ya participó en la construcción de al menos 6.000 kilómetros de gasoductos en países del centro y sur de América.
Por su parte, Alejandro Cardone, el gerente del Proyecto del GPNK de la UTE Sacde-Techint, un ingeniero que lleva 30 años construyendo conductos de gas y petróleo por el mundo, describió: “Fue un gran esfuerzo preparar el equipamiento y los recursos humanos. Por ejemplo, antes de ir al terreno, hicimos un centro de capacitación que ya formó más de 70 operadores tiendetubos (o sideboom), porque no había suficientes en el país”. Las máquinas sideboom son específicas e imprescindibles para volcar los tramos de caños soldados a la zanja.
“En 30 años de trabajo en el rubro, hablando con colegas, no tenemos recuerdos de otro proyecto igual por la magnitud producción y el tiempo empleado. El GPNK está a la altura de las mejores obras, comparable a algún proyecto de Arabia Saudita de los últimos 30 años. Trabajé en un desafío muy parecido, en la construcción del oleoducto OCP, en Ecuador, desde la selva al pacífico cruzando la cordillera”, dijo Cardone.
“La planificación y el compromiso de todos los contratistas y el Estado fueron la clave y hay que destacar también la madurez que existe en toda la cadena de suministros del rubro Oil&Gas en Argentina”, afirmó a este portal Carlos Damián Mundin, director de BTU, la empresa constructora que hizo el tramo 3 desde Macachín a Salliqueló.
La soldadura Fórmula 1, los turcos y el terremoto
El consorcio de SACDE y Techint Ingeniería y Construcciones instaló dos plantas de doble junta -una en cada tramo de los 440 kilómetros que tenían a su cargo- . Allí, los tubos de 12 metros se soldaron para transformarlos en uno de 24 metros.
Luego, por primera vez se utilizó en el país el sistema de soldadura automática, que se instaló en la pista del gasoducto -a la vera de la zanja-, para darle velocidad al trabajo: allí llegaban los tubos de 24 metros y se soldaban en forma automática con el equipo comandado por los especialistas turcos. Cada unión se verifica a través de un sistema de ultrasonido.
“El sistema de soldadura automática es una Ferrari y los soldadores turcos son pilotos de Fórmula 1”, destacó uno de los responsables de la obra.
Un detalle: SACDE cerró el contrato con la empresa del sistema de soldadura automática, la estadounidense CRC-Evans, antes de tener adjudicada la obra. “El sistema de soldadura automática es una Ferrari y los soldadores turcos son pilotos de Fórmula 1. Eso nos permitió ahorrar material de soldadura y trabajo y lograr el tiempo récord”, dijo Coletto y explicó: “Ahora, nuestra empresa compró esos equipos y está formando soldadores argentinos especialistas en sistemas automáticos”.
En plena tarea de soldado, los especialistas turcos atravesaron una angustia inimaginable que puso en crisis el campamento y todo el proyecto: la noticia que recorrió el mundo sobre el terremoto de febrero pasado en Turquía y Siria. El equipo de trabajo fue recibiendo noticias de sus familiares heridos o desaparecidos o sus hogares desmoronados. Hubo una reunión de todo el grupo para analizar si volvían a su país, pero definieron quedarse.
Lo que viene: obras complementarias
Además del tramo que se inaugura, la obra tiene como complemento la ampliación del gasoducto NEUBA II a la altura de Ordoqui, en Carlos Casares. Son 29 kilómetros de cañería de 36 pulgadas que se inaugurará en septiembre.
El gasoducto que arranca en la ciudad de Mercedes y llega a Cardales, partido de Tigre, tiene 80 kilómetros de cañería de 30 pulgadas. Junto con la planta compresora Mercedes, van a entrar durante el último trimestre de este año.
El gasoducto Mercedes-Cardales, en la provincia de Buenos Aires, es un ducto secundario de 73 kilómetros para conectar la red de transporte que opera TGS con el Gran Rosario. Es un punto de encuentro con el sistema que opera TGN. El objetivo de este pequeño gasoducto es conectar los dos sistemas de transporte, el norte y el sur, que no tenían vinculación entre sí. El gasoducto Mercedes-Cardales será clave para el funcionamiento del sistema eléctrico durante el verano.
* Por: Daniela Cosentino – Letra P