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Massa ya piensa en el ballotage y acerca dirigentes del Peronismo Federal

Massa ya piensa en el ballotage y acerca dirigentes del Peronismo Federal

El candidato de UP subió a Natalia de la Sota y al Topo Rodríguez a su viaje oficial a Brasil en un nuevo guiño al peronismo no kirchnerista que, igualmente, se queda con Schiaretti hasta el 22 de octubre.

Con la mira puesta en un eventual ballotage, el candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, sumó a su viaje por Brasil a Alejandro Topo Rodríguez y Natalia de la Sota, quienes integran el interbloque federal de la Cámara de Diputados y se referencian en el gobernador Juan Schiaretti, también anotado en la carrera presidencial.

Massa acababa de anunciar una batería de medidas peronizadoras para paliar el impacto en los trabajadores y jubilados de la inflación y la devaluación post PASO del 22%, con la obligación de crecer y evitar que crezca el ultra derechista Javier Milei, y así forzar una segunda vuelta en noviembre. De la Sota venía de diferenciarse de sus pares cordobeses Carlos Gutiérrez e Ignacio García Aresca en el voto en la cámara baja por la Ley de Alquileres: junto al bonaerense Alejandro “el Topo” Rodríguez jugaron en contra de la posición unificada de Juntos por el Cambio y el cordobesismo y acompañaron al oficialismo del Frente de Todos.

La invitación llegó el fin de semana a través de las autoridades de la Cámara de Diputados y desde el entorno de la diputada cordobesa señalan que se debió a su participación en el “Grupo Parlamentario de amistad con la República Federativa de Brasil”, un espacio institucional del cuerpo.

De la Sota informó la decisión a Carlos Gutiérrez, el titular del bloque Córdoba Federal, y se alistó para el viaje que comparte con una comitiva 100% peronista, “sin kirchnerismo”, aclaran en su entorno, desde donde también aseguran que la diputada “no pidió permiso, tomó la decisión y avisó”.

Para De la Sota, el visto bueno que Juan Schiaretti le dio al ingreso de Argentina de los BIRCS también sirvió de empujón para emprender el viaje que tendrá, en ese sentido, una importancia estratégica superlativa. Los mercados que se abren a partir de la participación del país es de vital importancia para su provincia -y que hizo que el propio candidato presidencial por Hacemos por Nuestro País se despegue del resto de las posiciones opositoras y definirá el movimiento como “algo bueno” para el país- también resultó un factor determinante a la hora de aceptar el convite.

El juego de la unidad nacional

De la Sota es, desde hace tiempo, una de las figuras del cordobesismo más sondeadas desde el peronismo nacional. Alberto Fernández la tentó con una participación en el gabinete, los equipos de Daniel Scioli preguntaron por ella y ahora Massa busca reflotar la relación que comenzó con su padre, en 2015, cuando encararon un primer intento para terciar entra la grieta que empezaba ensancharse entre el kirchnerismo y el macrismo. Es decir, ese massismo original que tanto se reclama desde algunos sectores del peronismo nacional.

El intento ya expuso una reivindicación a lo hecho por José Manuel de la Sota y Schiaretti en su provincia, e incluso una invitación para que el gobernador electo, Martín Llaryora, se siente en la mesa del gobierno nacional que espera encabezar desde el 10 de diciembre. La estrategia incluye juegos de seducción con intendentes y dirigentes históricamente ligados al delasotismo, entre ellos el próximo intendente de la capital cordobesa, Daniel Passerini.

En el entorno de Natalia de la Sota, y en el grueso del cordobesismo, descartan cualquier tipo de acercamiento explícito antes del 22 de octubre. Se reconocen como parte del peronismo provincial y seguirán la estrategia del gobernador Schiaretti por lo menos hasta que el candidato cordobes quede “fuera de carrera”. Lo que puede pasar después es una de las grandes incógnitas de la contienda electoral que se mira desde Córdoba.

Dependiendo de quienes lleguen a una eventual segunda vuelta, Schiaretti jugará su propia estrategia en nombre la unidad nacional. De sus declaraciones y posturas públicas se desprende que podría haber un acercamiento con Juntos por el Cambio, pero que difícilmente lo haya con Unión por la Patria. ¿Qué pasará con la dirigencia y referencias municipales en caso de que el gobernador se vuelva a declarar “prescindente” como ya lo hizo en el 2019? Lo mismo que pasó entonces, habrá quienes lo acompañen y quienes se desprendan de la estrategia y jueguen abiertamente con el peronismo nacional. De la Sota fue una de las que lo hizo cuando se fotografió con el candidato del entonces Frente de Todos en la campaña del 2019.

Aunque su figura es relativizada por algunos referentes cordobeses de UP, De la Sota mantiene aceitados vínculos con muchos intendentes alrededor de la provincia. La mayoría, delasotistas que, aunque alineados con el cordobesismo, mantienen su distancia con Schiaretti. Muchos de ellos, cercanos también al intendente de Villa María, Martín Gill. Entre ese grupo hay quienes trabajan el voto a Massa con la cautela suficiente como para no romper lazos con el PJ provincial y avizoran una “libertad de acción” de hecho por parte del cordobesismo de cara lo que viene.

Los llamados pidiendo el apoyo irrestricto a la candidatura de Schiaretti se cortaron”, reveló uno de esos dirigentes que, de todos modos advierte que “todavía falta” para la parte crítica de la campaña: el sprint final.

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