Roberto Gutiérrez permanece detenido y fue imputado de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, por el que la ley prevé la pena de prisión perpetua. La víctima, su exmujer Lorena Edith Rodríguez, era madre de cuatro hijos.
El geriátrico municipal de la pequeña localidad de Calchín, en el Departamento Río Segundo, fue escenario el domingo pasado del undécimo femicidio ocurrido en la provincia de Córdoba en lo que va del año.
Un hombre de 41 años asesinó a puñaladas a su expareja, que trabajaba en el lugar, y luego subió a un auto y manejó 53 kilómetros para dirigirse a la Comisaría de Las Varillas, donde confesó: “Maté a mi exmujer. Al cuchillo lo tiré a la salida del pueblo”, dijo Roberto Gutiérrez.
La víctima, de la misma edad, resultó ser Lorena Edith Rodríguez, era madre de cuatro hijos de entre 13 y 25, y trabajaba como empleada en el geriátrico. El testimonio de una compañera de trabajo de Rodríguez fue clave para reconstruir el cruento episodio.
Gutiérrez llegó al lugar cerca de las 6.30 e increpó directamente a Rodríguez, su ex, y fue entonces que se desató una fuerte discusión hasta que el femicida, después de aproximadamente 30 minutos, sacó un cuchillo y atacó a la víctima.
Tras la confesión del asesino y de constatarse la muerte de Rodríguez, Gutiérrez permanece detenido y fue imputado de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, por el que la ley prevé la pena de prisión perpetua.
Pese a que al menos una vez Rodríguez denunció al agresor por violencia de género, no tenía botón antipánico ni había orden de restricción para Gutiérrez.