Fue en el marco de una pelea con su pareja en esa ciudad cordobesa. La mujer policía realizó tres disparos con una lanzadora Byrna, que dispara proyectiles kinetic.
Aunque ya están disponibles desde hace un tiempo, las armas no letales de la Policía de Córdoba casi se habían utilizado hasta ahora exclusivamente en escenarios ficticios, como parte del entrenamiento del personal. Sólo en algunos contados casos se habían utilizado. Pero este viernes a la mañana una agente de la ciudad de Pilar debió usarla para reducir a una persona armada.
“Es la primera vez que las utilizamos en esta Departamental. Luego de evaluar la situación se optó por el uso de esta arma y no la de fuego”, dijo a La Voz el comisario Mayor Pedro Gustavo Maldonado, de la Departamental Río Segundo.
“El arma que usó la agente no es la que larga algo parecido al gas lacrimógeno, si no que esta dispara proyectiles sintéticos”, explicó Maldonado.
Se trata de una lanzadora Byrna, que dispara hasta cinco proyectiles redondos del calibre 68 que pueden neutralizar una amenaza a una distancia de unos 20 metros.
El caso ocurrió en la ciudad de Pilar, vecina de Río Segundo. Tras recibir un llamado, la Policía local fue hasta una vivienda donde al parecer se estaba dando una discusión entre una pareja.
Al llegar al lugar, en calle Pampa, los efectivos vieron a un hombre de unos 70 años tirado sobre el capot de un vehículo que estaba en marcha. Dentro del auto estaba su esposa. Al parecer, el señor pretendía con esa acción impedir que la mujer se fuera de la vivienda.
Según se señaló, el hombre padece problemas neurológicos, que en ocasiones llevan a desorientarlo.
Revolver con carga completa
Según indicó la Policía, al ver al personal el señor se molestó e ingresó a su casa. Allí los efectivos fueron advertidos por la mujer que su marido tenía un revolver dentro de la casa.
Tras varios intentos de los efectivos por calmarlo, el hombre abrió parcialmente la puerta de la vivienda y exhibió una pistola, apuntando al personal, siempre según la versión policial.
En ese momento una de las agentes sacó su arma no letal y realizó tres disparos con proyectiles kinetic, logrando reducir al señor.
Tras la llegada de uno de los hijos de la pareja el hombre arrojó desde adentro de la vivienda el arma por la ventana. Se trataba de un revolver largo calibre 32 con carga completa. El arma fue secuestrada. Más tarde, fue derivado a una clínica en la ciudad de Córdoba para su tratamiento.
Fuente: Augusto Laros – https://www.lavoz.com.ar/