El aporte al cuórum del bloque cordobés para investigar el Libragate despertó sospechas en clave electoral. Francos y Caputo, molestos. Qué dice el Panal.

“Guillermo Francos no se enoja, pero no come vidrio”, así lo describió un participante de una reunión reservada que se hizo este miércoles por la tarde en la Casa Rosada. En ese marco, el jefe de Gabinete de Javier Milei vinculó el cuórum decisivo para discutir la creación de una comisión investigadora del Libragate que dio la bancada del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, a una especulación electoral.

A primera hora este jueves, Francos haría público lo que dijo a unos pocos interlocutores de la cumbre de la que participó también Toto Caputo y miembros del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados.

Guillermo Francos olfatea estrategia electoral

“Cada uno está en libertad de hacer lo que le parece. El peronismo cordobés siempre ha tenido una muy mala relación con el kirchnerismo y me llama por supuesto la atención que haya votado ahora con el kirchnerismo y en contra de las posiciones de este Gobierno”, afirmó Francos este jueves en Radio Mitre Córdoba.

A decir verdad, sólo Natalia de la Sota apoyó la creación de la comisión y la interpelación a funcionarios. El democratacristiano Juan Brügge se abstuvo, mientras que el llaryorista Ignacio García Aresca, el schiarettista Carlos Gutiérrez y la amiga de todo el PJ, Alejandra Torres, votaron en contra.

Martín Llaryora, con otra prioridad

El cintureo legislativo llamó la atención sólo hasta la votación. En el Panal pidieron esperar los resultados y justificaron el cuórum en la necesidad de debatir otros temas en agenda como la plata de los jubilados. Efectivamente, no hubo disonancias en el comportamiento, motivo por el cual Francos también apuntó al equilibrio en sus declaraciones en ayunas.

El funcionario manifestó su sorpresa por lo ocurrido en la cámara baja, pero ponderó la relación “razonable” que mantiene con Llaryora. Sin embargo, coló los tiempos electorales en su declaración.

La supuesta especulación que le endilga a Llaryora es natural y es una confesión de parte de las señales poco auspiciosas que empiezan a rodear a Milei, impermeable hasta antes de la estafa de $Libra.

Milei retrocedió en las encuestas y abrió una ventana a la oposición dialoguista para jugar al fleje, sin dar motivos justificados para trabar otros asuntos importantes como gestiones conjuntas o permisos para la toma de créditos.

El ministro de Economía era otro de los molestos con Llaryora, según confesaban algunas fuentes cordobesistas, con base en el Congreso, minutos después de que se aprobara la comisión investigadora por el criptoescándalo.

Gabriel Bornorini le pisa la cancha en el este de Córdoba

La gambeta legislativa muestra que el año electoral se acerca. Como anticipó hace días Letra P, este viernes el presidente de LLA de Córdoba, Gabriel Bornoroni, ordenará a la tropa de San Francisco, el pago chico del gobernador. El estacionero fue uno de los que intentó mantener la calma el día la sesión en Diputados. A su entorno le pidió lo mismo. “Son temas que a la gente no le interesan, los diputados hacen show”, les dijo a sus interlocutores.

Si enciende la mecha en el este cordobés habrá una pista más de lo que se habló en la Casa Rosada, donde uno de los apuntados fue el gobernador.

Llaryora tiene fama de hacer campañas “hasta que los huesos duelan” y ya habría algunos indicios de que el calentamiento empezó. Al menos, esa sospecha quedó firme en la reunión en la Casa Rosada, en la que se habló “de todo”.

Fuente: Letra P