A pocos días de finalizar la obra civil, el intendente Martín Llaryora recorrió sus instalaciones. Los equipos de sonido, su acústica, la iluminación y la accesibilidad lo convertirán en el teatro más moderno de la ciudad.
Camino a los 450 años de la ciudad, Córdoba recuperará un ícono de la cultura. Fue adquirido por el Municipio en el año 2005 con la finalidad de convertirse en un espacio de la cultura de la ciudad. Esa pretensión duró poco tiempo.
Aquella fatídica madrugada del 28 de junio de 2007 dejó bajo las cenizas y escombros la sala completa que, según las crónicas de la época, ni siquiera contaba con alarma contra incendios. El techo también se desplomó. Las puertas del teatro se cerraron y sólo las promesas de los gobiernos de turnos daban una luz de esperanza a su recuperación.
Visitas de obra, invitaciones a la prensa, especulaciones de fecha, declaraciones oportunistas que promovían la reconstrucción del recinto. Todas palabras vacías que aletargaron el inicio de las tareas. Nada de ello se cumplió. El teatro, ícono de la ciudad adquirido por el Municipio en el año 2005, era sólo escombros.
Ningún gobierno en estos años quiso, pudo o supo cómo encargar la recuperación del Comedia. O, al menos, no estuvo entre sus prioridades. Así, el Comedia salió de la agenda de los cordobeses durante años.
En 2021 la gestión del intendente Martín Llaryora puso en marcha el plan de obras que, a la fecha, ya tiene finalizadas numerosas etapas, mientras continúan en desarrollo las restantes. Hoy, el ladrillo visto de los muros del escenario permite no olvidar las marcas del fuego.
La capacidad del recinto será de 532 espectadores, el escenario tiene 19 metros de ancho, 12 metros de fondo y 16,5 metros de altura. La parrilla, ubicada a 14 metros de altura, permitirá el manejo de telones, escenografía y varas de iluminación.
La sala tendrá una cómoda visión desde todos los ángulos. Las butacas se colocarán en los próximos días.
Su platea posee doble acceso, tanto desde el foyer principal de planta baja, como desde el foyer del primer piso. El pullman tendrá una capacidad parar 154 personas, sector al que se accede también desde el segundo piso. También allí se encuentra la cabina de luz, sonido y proyección.
“La sala tendrá equipamiento técnico de primer nivel, no sólo para los artistas sino para el público en general que podrá disfrutar de espectáculos en este nuevo teatro con una acústica excelente, ubicados en butacas cómodas para pasar un grato momento”, explicó el secretario de Cultura, Mariano Almada.
En el sector de los camarines se están instalando sensores para prevenir incendios. Las medidas de prevención incluyen puertas certificadas evitan el paso del fuego, cisternas ubicadas estratégicamente con detectores de humo y rociadores, dos bocas de agua a presión y un escenario con cortina metálica que también corta las llamas.
En el exterior ya se observan las letras de acero inoxidable que miden 45 centímetros de alto y 20 de ancho y se asientan sobre la estructura revestida con venecitas negras que da a calle Rivadavia.
También fueron colocadas las nuevas máscaras de teatro que por años identificaron a este espacio cultural. Se trata de las figuras alegóricas que representan la tragedia y la comedia, propias de la escena teatral.
Los trabajos habían iniciado con la extracción de la antigua tela de vidrio, posteriormente se instaló una subestructura metálica donde se colocó una estructura de sostén para la colocación de los mosaicos venecianos y la nueva cartelería.