El peronismo cordobés presentará su fórmula provincial y municipal antes del sábado. La radical, a un paso de secundar al candidato a la gobernación. El vice actual irá al tope de la lista legislativa junto a la vieja guardia del PJ. Martín Gill impuso a Graglia.
El peronismo de Córdoba se prepara para poner toda la carne en el asador y anunciar, antes del sábado, los nombres que acompañarán a Martín Llaryora y a Daniel Passerini en las fórmulas con las que buscará estirar la hegemonía en la Provincia y continuar en el poder de la ciudad.
En lo más alto del poder político, el gobernador Juan Schiaretti, el intendente Martín Llaryora y el vicegobernador Manuel Calvo terminan de afinar las listas en un clima de negociaciones permanentes. El ministro de Gobierno, Julián López, es de la partida con un trabajo vertiginoso con intendentes e intendentas; y la dirigencia justicialista del interior provincial.
Al mediodía del jueves, Myrian Prunotto era la radical que reunía la mayor cantidad de adhesiones para convertirse en la candidata a la vicegobernación de la boleta oficialista. Recién llegada desde Juntos por el Cambio (JxC), con pasado en el mestrismo y una relación histórica con Schiaretti, que Llaryora heredó y fortaleció, la intendenta de Estación Juárez Celman ofrece al cordobesismo el robustecimiento de la principal imagen que la nueva etapa de la coalición quiere salir a mostrarle a la provincia: la transversalidad.
Las acciones de Prunotto empezaron a recobrar vida cuando Rodrigo De Loredo anunció su candidatura a la intendencia capitalina y la referencia radical más fuerte dentro de JxC se corrió de la foto que empujará la pelea por la gobernación. Así, la actual titular del Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana le permite al oficialismo salir a seducir a una parte del electorado que el PJ cordobés no tiene asegurado. Esa expectativa también se concentra alrededor del posible compañero de fórmula del delfín de Llaryora en la Capital, Daniel Passerini.
La oficialización de Prunotto dependerá también de una serie de elementos que hay que ordenar hacia adentro del peronismo mediterráneo. Principalmente, con aquellos sectores que reniegan de la tendencia schiarettista a elegir a extrapartidarios para que ocupen lugares clave en los armados electorales. Desde la mesa chica del centro de poder provincial lo explican desde la necesidad de corporizar la tendencia antigrieta que el gobernador que quiere ser Presidente siempre quiso utilizar como su marca distintiva. El movimiento, entonces, tiene lógica.
Calvo, que también oficia de jefe de campaña, encabezará la lista de legisladores provinciales. La presencia de uno de los hombres más allegados a la cúpula del poder y con mayor exposición pública del justicialismo tiene que ver con una necesidad que los armadores del espacio destacan de cara a una campaña que se imaginan “muy dura”. “Necesitamos una lista que traccione”, dicen, mientras planean una nómina de candidatos en la que figurarán ministros, diputados nacionales e intendentes más fuertes del interior provincial, varios de ellos, de la “vieja guardia” schiarettista.
En las últimas 24 horas, el villamariense Martín Gill recibió a Schiaretti en Villa María. La vuelta del exsecretario de Obras Públicas de la Nación al cordobesismo y su participación en el armado final de la campaña, que se desprende de un acuerdo directo entre el intendente de Villa María y Llaryora, es una de las grandes incógnitas que circundan al peronismo provincial desde el momento en que se oficializó el regreso.
Mientras negocia algunos lugares para el intendentismo que lo acompaña, todo hace suponer que el espacio de Gill se quedará con la candidatura a la banca del departamento General San Martín. El elegido para encabezar ese tramo de la boleta es el intendente de Villa Nueva, Natalio Graglia. “Es un hombre reconocido y lo quiere todo el mundo”, dicen desde la mesa del cordobesismo desde donde advierten que los enfrentamientos internos del peronismo villamariense, donde pisa fuerte el actual ministro de Industria Eduardo Accastello, se resolverán dentro del ámbito de la ciudad, que vota separada de la elección provincial, y aún no tiene fecha definida.
Si finalmente Prunotto es la ungida para acompañar a Llaryora, el lugar que la conducción provincial imagina para Juan Manuel Llamosas es la candidatura a la banca que representa al departamento Río Cuarto en la Legislatura. La fuerza que podría representar una campaña encabezada por el intendente de la capital alterna es algo que el peronismo no quiere desperdiciar en la región que reconocen como “más compleja” para la instalación de Llaryora.
Más allá del que sea su destino final en una eventual gestión, también es posible que Llamosas exprese sus intenciones de encabezar la boleta de la lista sábana, para así protagonizar una parte importante de la campaña provincial. Un futuro legislativo también le permitiría a Llamosas ubicarse en la línea sucesoria de Llaryora, pero para eso deberá esperara al 10 de diciembre y traccionar para posicionarse como presidente provisorio del cuerpo. Falta bastante y la vicegobernación no es algo que esté descartado para el riocuartense.
Algo similar sucede con Natalia De la Sota y Alejandra Vigo que no se bajan de la pelea, aunque sus nombres aparecen más relegados. “Si Natalia quiere ser funcionaria tendrá un lugar importante en el gabinete, nosotros estamos armando un proyecto de Gobierno”, aseguran desde el cordobesismo desde dónde apuntan que la diputada será también importante para el armado de la capital. Allí, sin embargo, el candidato a legislador departamental será de extracción viguista: Leonardo Limia.
Mirando al sur también está prácticamente definido que el viceministro de Gobierno, Lito Bevilacqua, será el candidato en el departamento Unión, donde el peronismo busca un nombre que se proyecte desde la ciudad de Bell Ville para secundarlo, o ubicar en un lugar expectante de la lista sábana. La intención es salir a disputarle el terreno a Carlos Briner, el intendente radical que suena como posible candidato a todo desde los tinglados cambiemitas.
En ese plan de cercar a los referentes opositores también se analiza al detalle la estrategia en el departamento Marcos Juárez, tierra de Pedro Dellarossa, el exintendente que fue tentado para ser vice de Llaryora, no se baja de la pelea para secundar a Luis Juez y suena como el primer candidato a legislador de JxC en la lista sábana. El último candidato fue Carlos Massei, que esta vez podría integrar la nómina única. Sin embargo, lo más probable es que Julieta Rinaldi, a la que la conducción partidaria le reconoce su trabajo en la Legislatura, aspire a renovar su representación territorial.
En esas dos discusiones que aún no llega a saldarse en el sur provincial, el gillismo también pone sus cartas sobre la mesa y busca un consenso que contemple los intereses de su espacio en la región provincial en donde muestra su mayor fortaleza.