El oficialista se impuso por casi 13 puntos sobre Parodi y 16 sobre Nazario. Euforia cordobesista con Martín Llaryora como artífice. Llamosas sigue en carrera.

José Manuel de la Sota fue el jefe de la campaña que sentó en el poder de Río Cuarto a Juan Manuel Llamosas en 2016. Cuatro años más tarde, Juan Schiaretti movería cielo y tierra para que el peronista del Imperio del Sur revalidara el título en plena pandemia. Este domingo fue el turno del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora.

El nuevo jefe del cordobesismo alzó la mano de Guillermo de Rivas, el ex secretario de Gobierno municipal que el intendente eligió como su candidato para la sucesión, pese a la ruptura del PJ que lideró la delasotista Adriana Nazario.

Con una participación que alcanzó el 55% de las 138.800 personas habilitadas para votar este domingo en Río Cuarto, la capital alterna de Córdoba decidió renovarle su confianza al cordobesismo y eligió al ex secretario de Gobierno Guillermo de Rivas para suceder al intendente cordobesista Juan Manuel Llamosas, quien está finalizando su segundo mandato. El candidato oficialista logró reunir el 37% de los sufragios y aventajar al radical Gonzalo Parodi(Primero Río IV) por 13 puntos, una distancia que no auguraron ni las encuestas más optimistas del peronismo cordobés. La peronista disidente Adriana Nazario se ubicó tercera con el 21 % de los votos.

Los comicios son los únicos en el año en la provincia y los primeros tras los recambios de gestión del pasado 10 de diciembre. Por esas razones, trascendían el ámbito municipal. Las elecciones riocuartenses fueron el primer examen para el gobernador Martín Llaryora y también configuraron la despedida de Juntos por el Cambio. El gobernador puso entonces en juego mucho más que un bastión clave. La UCR sepultó el sello de la alianza que fuera taquillero durante la última década, pero le habló al mismo electorado que hoy adhiere al presidente Javier Milei.