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Luque se recupera tras la feroz tormenta nocturna del 31

Luque se recupera tras la feroz tormenta nocturna del 31

Dos familias debieron ser evacuadas y están siendo asistidas por el municipio. Se cayeron más de 600 árboles y todo el pueblo quedó sin luz y sin agua. Usarán como leña los restos de los árboles caídos.

El 31 de diciembre por la noche la localidad de Luque, (de unos 8 mil habitantes), en el departamento Río Segundo, dejando un paisaje desolador: calles bloqueadas por cientos de árboles caídos, viviendas dañadas, y un pueblo completo sin agua ni energía eléctrica. Sin embargo, lo que surgió en medio del desastre fue la fortaleza y la solidaridad de su gente.

Apenas algunas horas después, cuando cesó el temporal, las tareas de emergencia comenzaron. Más de 70 personas, entre autoridades municipales, vecinos, Bomberos, Policía, cooperativas y otros municipios cercanos, se unieron para despejar las calles y atender a los damnificados. “Fue un trabajo solidario y en equipo”, destacaron desde el municipio. Ese día las tereas se extendieron hasta las 3 de la mañana.

El intendente Diego Viano subrayó que, aunque el daño material fue significativo, no hubo víctimas fatales ni personas heridas. “Nos va a llevar varias semanas volver a la normalidad. Le pedimos paciencia a los vecinos”, expresó. Entre las tareas más urgentes estuvo la recolección de árboles y postes caídos, que dejaron cables atrapados y líneas de alta tensión comprometidas.

El impacto en el paisaje y las viviendas

La magnitud del daño es notable: más de 600 árboles fueron arrancados, incluyendo pinos y jacarandás centenarios que embellecían la plaza central. Algunas viviendas prefabricadas sufrieron voladuras de techos, y las familias afectadas están recibiendo asistencia de la municipalidad. También se reportaron daños en galpones y tanques de agua.

Daños de la tormenta en Luque (Gentileza)
Daños de la tormenta en Luque (Gentileza)

“El pico fuerte fue alrededor de las 22 horas. En un instante, se cortó la luz, y comenzó a caer árboles y volar chapas”, relató un vecino. Otro, conmovido, agregó: “Fue muy triste ver todo destrozado, pero al otro día todas las calles ya estaban habilitadas”.

El servicio eléctrico se restableció completamente a las 16 horas del 1 de enero. Sin embargo, queda mucho por hacer. El intendente, mientras este jueves recorría el pueblo, afirmó a La Voz que seguirán recolectando y trozando los árboles caídos, los cuales serán picados para ser distribuidos como leña a los vecinos en invierno.

“Nos va a llevar cuatro semanas volver al orden anterior”, reconoció. Mientras tanto, la pileta municipal permanece cerrada, y las cuadrillas trabajan sin descanso para garantizar la seguridad y reconstruir lo que la tormenta se llevó.

Fuente: La Voz – Augusto Laros

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