En una nueva misa sin referencias del cordobesismo, advirtieron sobre los riesgos del individualismo extremo y las políticas libertarias. El Arzobispado llama a “elegir con razón”.
A pocos días del ballotage, los curas que predican en barrios marginados de la ciudad de Córdoba mantienen sus advertencias sobre los peligros que supondría un eventual gobierno de Javier Milei para la doctrina social de la Iglesia.
Casi sin nombrarlo, con cuidado en las formas para no ofender a los fieles de una tierra en que prima el voto contrario a todo lo que sea o parezca kirchnerista, los sacerdotes cordobeses que integran la Familia Grande Hogar de Cristo sostienen un discurso marcadamente crítico de las propuestas individualistas y destructivas de los lazos solidarios que encarna el candidato a presidente por La Libertad Avanza.
Las críticas llegan en la práctica diaria, pero se han condensado en dos misas realizadas en el lapso de dos meses, la última de ellas el pasado martes, en la capilla Monseñor Angelelli, perteneciente a la parroquia Jesucristo Salvador del Mundo, en la castigada fracción sur de la ciudad que se extiende fuera del límite de la avenida de Circunvalación.
Tales ceremonias fueron convocadas en el marco de la campaña nacional “Vení Francisco, tu pueblo te espera”. Inequívoca convocatoria al sumo pontífice, cuya anhelada visita se concretaría el próximo año, cada ocasión permitió también desagraviar su figura tras los ataques verbales que sufriera por parte del economista.
Dichas embestidas, entienden los sacerdotes que se emparenten con los curas villeros de Buenos Aires, trascienden la máxima figura de la religión oficial de nuestro país y representan un ataque a los pilares de la justicia social, imprescindibles para los tiempos que corren.
En ambas misas, el tono de las palabras evitó una “bajada de línea” directa en favor del candidato oficialista, Sergio Massa. Antes que ello, se esbozaron discursos sobre la necesidad de contar con un Estado presente, con sus instituciones, como condición de posibilidad para los ideales de amor, justicia social y paz. Un tenor similar al que expresara el titular del episcopado, Oscar Ojea, hace sólo dos meses.
También algunos conceptos vertidos en estas semanas por el referente de la federación de curas barriales, el padre Pepe Di Paola, quien considera que “alguien de fe no puede apoyar propuestas inhumanas, antivalores, que conforman un retroceso en la civilización”.
Como a Pepe, a los párrocos convocantes de Córdoba los une el sueño de “una gran familia, un gran pueblo, siendo felices todos juntos, no aislada e individualmente”, con el que recibir a Francisco, posiblemente el próximo año.
La celebración realizada esta semana contó con una concurrencia menor a la prevista. Sin funcionarios políticos de primer nivel, sólo se apersonaron representantes de terceras líneas. “Las mismas caras que habitualmente están”, precisa uno de los asistentes.
Tampoco fue nutrida la asistencia eclesiástica, destacándose la presencia de los padres Pablo Viola, quien obró como anfitrión, y Mariano Oberlin, convocante el pasado mes de septiembre.
Ambos remarcaron la libertad de acción con que contaron para la convocatoria, al tiempo que enmarcaron la prescindencia que ha expresado la Iglesia en la necesidad de una mirada de contención global y multisectorial.
Precisamente la arquidiócesis cordobesa se había expresado sólo una semana antes, con un documento titulado “Balotaje: Elegir con razón”. Allí, retomó la trama del mensaje emitido antes de las PASO, denominado “La importancia de votar”, con críticas a las actuales gestiones de gobierno, pero instando a cumplir con el deber de sufragar “libremente, con conciencia y responsabilidad”.
“En el 40º aniversario de nuestra democracia, lo que debería ser sólo motivo de alegría y entusiasmo se ha convertido, para muchos, en un motivo de agobio. Más allá de las sensaciones y sentimientos que siempre tienen una carga importante de subjetividad, y de las estadísticas y rostros de la pobreza y la indigencia que acrecienta la inflación, el dato de la realidad es que, como cada elección presidencial, estamos ante un momento decisivo para nuestra Patria”, dice el comunicado elaborado por la Pastoral Social.
“Es importante elegir, dentro de la realidad y de las posibilidades concretas, y con la mayor conciencia posible. Todo este conocimiento y reflexión fortalece el proceso de discernimiento que tenemos que hacer para elegir con libertad, con conciencia y con compromiso por la Patria y por las personas que convivimos en ella. El voto es una instancia personal, donde cada uno elige libremente, con conciencia y responsabilidad. Dentro del cuarto oscuro, estamos solos, pero nos apremia el bien común”, expresa el texto, cuya factura permitió lecturas ambiguas.