Este jueves a la noche se realiza el recambio de 86 agentes del ETAC que arribarán a la provincia litoraleña. Con 190 brigadistas, Córdoba es la jurisdicción con mayor cantidad de personal enviado a combatir el fuego. Este jueves a la tarde podría llover.
Tras ocho días de intenso trabajo en los incendios que se desarrollan en la provincia de Corrientes, este jueves comenzó el recambio de efectivos del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC).
Suman 86 los agentes que viajaron hacia la zona afectada a los fines de facilitar el retorno del mismo número de hombres y mujeres que durante extensas jornadas combatieron el fuego que arrasó con grandes superficies del suelo correntino.
A su llegada, la mitad del grupo se alojará en la ciudad de Corrientes y el resto en la localidad de Goya.
“Todos los efectivos continúan trabajando en diferentes puntos con la asistencia de 40 camionetas, ocho camiones, dos camiones comandos y uno más con cisterna para 2000 litros de combustible; drones y todos los recursos logísticos indispensables para la lucha contra el fuego, convirtiendo a la delegación de los 190 brigadistas cordobeses, como la más numerosa de todas las arribadas a Corrientes”, expresó el secretario de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil de Córdoba, Claudio Vignetta.
De acuerdo a lo informado por el funcionario se aguarda una mejora en las condiciones climáticas de la región, ya que “se pronostica para el mediodía de este jueves una temperatura de 37º, estimando que alrededor de las 17 rote el viento hacia el sector sur generando el ingreso de tormentas que aliviaran la situación actual”.
Envío de equipamiento
La provincia de Córdoba envió a Corrientes recursos logísticos como camionetas, camiones cisterna, equipamiento tecnológico, aviones hidrantes, kits forestales, drone, mochila de conexión a internet móvil, carpas para campamento, entre otros.
El último martes se entregó a los bomberos correntinos: 50 mochilas forestales de origen español y 50 cascos e igual número de antiparras fabricados en los Estados Unidos, siendo todo este material normado bajo reglamentaciones internacionales para el trabajo en incendios forestales.