Con Schiaretti dueño del PJ, el todismo juega con varios diseños tácticos. La unidad amplia de Gill, el bloque propio del albertismo y la espera de La Cámpora.

La decisión de una treintena de intendentes frentetodistas de fundar un bloque propio dentro de la Mesa Provincia – Municipios de esta provincia, separándose del bloque justicialista mayoritario que conduce el schiarettismo, descubrió las diferencias internas del peronismo mediterráneo, que discute la mejor manera de plantarse políticamente en uno de los terrenos más hostiles para el oficialismo a lo largo del país. 

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“Es un bloque para Alberto. Nosotros somos todos dirigentes peronistas identificados con el Gobierno”. La frase corresponde a uno de los armadores principales del grupo de 31 separatistas que la semana pasada oficializó el pedido de formalizar un bloque propio y que responde centralmente a la figura de Carlos Caserio. Por ahora, ni el grueso de intendentes que se identifica con el villamariense Martín Gill ni las jefaturas locales que responden a la camporista Gabriela Estévez forman parte de la movida.

Aunque en el oficialismo provincial le restan relevancia al movimiento, todos los sectores identificados con el Frente de Todos (FdT) anticipan encuentros y manifestaciones conjuntas que en el  futuro buscarán avanzar en el ensanchamiento de un espacio que, después de meses de discusión interna, le rompió un pedacito del peronismo al gobernador Juan Schiaretti y le armó un bloque en la Legislatura y, ahora, otro en la Mesa Provincia-Municipios.

Rancho aparte

Hace tiempo que el exsenador y actual vicepresidente del Banco Nación decidió romper lanzas con el schiarettismo y, por más que Hacemos por Córdoba intenta forzar un espacio unitario que corra al Frente de Todos de la escena mediterránea, el hombre fuerte de Punilla resiste y no deja lugar a la especulación respecto de su alejamiento de la conducción del peronismo cordobés.

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“Estamos haciendo lo que corresponde para defender lo nuestro”, dicen en el grupo que abandonará el espacio oficialista. “No es justo que la representación quede toda para los radicales y la gente de Schiaretti, porque lo cierto es que esas dos miradas no son las únicas que representan a los intendentes e intendentas de la provincia”, explican.

“Acá no hay un oposición al gobierno provincial. Queremos que nuestra visión sobre el futuro del peronismo y la provincia esté institucionalizada de alguna manera”, señala Rodolfo Filipponi, intendente de Pascanas y referente justicialista en el departamento Unión. Mirando incluso dentro del mismo espacio referenciado con el FdT, también le baja la espuma a las diferencias que podrían traslucirse con la creación del bloque. Habla de “identidad” y asume el movimiento como una invitación “al debate interno”.

Unidad aunque duela

Según señalan en el flamante espacio albertista, la idea de avanzar con el despegue fue conversada con el propio Alberto Fernández durante su última visita a Córdoba. Cerca de Gill, que fue activo protagonista durante el paso del Presidente por esta ciudad, advierten que el villamariense no estuvo invitado a las reuniones en la que la jugada se terminó de diagramar. De antemano, señalan que no la comparten del todo.

En el entorno del intendente sostienen que como exfuncionario y referente del espacio nacional, Gill representa a un grupo intendentista que excede a quienes están alineados centralmente con el peronismo e incluso con el Frente de Todos. La gestión del villamariense en la secretaría de Obras Públicas lo llevó a municipios de todos los pelajes políticos. “Esa construcción no se puede perder. Tenemos que ampliar, para hacer el espacio cada vez más grande”, señalan a Letra P. En esa dirección, anticipan que el villamariense, que el lunes recibió al vicegobernador Manuel Calvo en su ciudad, seguirá trabajando con esa consigna y priorizando la “unidad”.

Nadie esquiva a esa idea. Más allá de los resquemores que se pueden evidenciar entre los tres principales sectores del frentetodismo cordobés, lo concreto es que en todos los campamentos tienen claro que se necesitan entre sí para que las chances de presentar una alternativa competitiva no vuelva a diluirse, sea cual fuere la estrategia final. En ese plano, el abanico está abierto por completo. Incluye la posibilidad de una candidatura por el FdT hasta la conformación de un espacio para pelear una interna en el PJ, hoy improbable. En el medio está la siempre apetecible chance de acordar espacios de poder en un futuro gobierno peronista de unidad.

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En ese contexto, las referencias locales más ligadas a La Cámpora también quedaron, por el momento, afuera de la movida caserista a la espera de un visto bueno nacional. De todos modos, el armado provincial camporista empezará a mostrar su músculo interno con un acto que tendrá lugar en la capital cordobesa este miércoles 25 de mayo en el predio de Unión Eléctrica de Villa Revol. Con presencia confirmada de los principales cuadros dirigenciales, la participación de sus intendentes se mantenía en stand by al cierre de esta nota, en razón de los actos patrios que deberán encabezar en cada una de sus localidades.

“Sentimos la necesidad de expresar nuestra mirada en apoyo al Gobierno desde el peronismo cordobés. Esa fue la idea principal a partir de la cual propusimos que quienes estuviesen en condiciones de dar un pasito adelante, lo hiciéramos”, resume Filipponi. A la vez, espera que “cuando la discusión decante” se puedan sumar otras jefaturas locales que expresan cotidianamente su adhesión a la Casa Rosada. Según señalan en las filas del FdT, son más de un centenar.

Fuente: Letra P