Una ingeniera Agrónoma del Conicet informó que el estudio determinó la presencia del herbicida atrazina, un veneno prohibido en Europa.
Noelia Urseler, ingeniera Agrónoma del Conicet, informó sobre la presencia del herbicida atrazina, un veneno prohibido en Europa. Luego de realizar una investigación, la profesional halló un pesticida cancerígeno en tambos de leche en Villa María.
Es la primera vez que se encuentra atrazina en la leche cruda en Argentina. A raíz de esta revelación, la experta se consagró como la primera doctora en Ciencias egresada de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).
En diálogo con El Resaltador, la ingeniera Noelia Urseler contó que en el marco de un monitoreo realizado en establecimientos lecheros de la Llanura Pampeana de Córdoba detectaron la presencia del herbicida en el agua subterránea y en leche bovina cruda.
¿Para qué se usa la atrazina? Es un compuesto persistente en el ambiente y se aplica para controlar malezas principalmente en cultivo de maíz y sorgo.
Urseler trajo calma ante su hallazgo, sostiene que no debe alarmar a la sociedad porque son estudios preliminares realizados en leche cruda que aún no ha sufrido un proceso de pasteurización, ya que se conoce que este herbicida es termolábi – se destruye al alcanzar una temperatura más o menos elevada-l y fotosensible.
Y agregó: “En ésta investigación se calculó el índice de riesgo cancerígeno y no cancerígeno, según lo que propone la US EPA- Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos-, obteniéndose valores muy bajos para adultos y niños indicando que no resulta un riesgo para la salud de la población a corto y largo plazo que consuma el agua y leche con residuos de este compuesto. Sin embargo, futuros estudios son necesarios para evaluar el comportamiento y su bioacumulación en otros organismos”.
Dato para tener en cuenta: El pesticida se encontró en el 89% de los 18 tambos analizados. Las concentraciones oscilaron entre entre 2,51 y 20,97 microgramos por litro de leche (μg/L). Dos de los tambos tenían niveles superiores a 20 μg/L, el valor límite fijado por la US EPA.
Si bien, no hay que alarmarse, la ingeniera enfatizó que los resultados obtenidos son necesarios para mostrar el impacto de este herbicida en el ambiente y la necesidad de establecer normativas que regulen la presencia de este compuesto en agua y alimentos.
“Ni los productores ni nosotras que llevamos a cabo la investigación esperábamos encontrar residuos de atrazina en leche, con los niveles detectados”.
Noelia Urseler, ingeniera Agrónoma del Conicet
La Agrónoma del Conicet dijo que la investigación, de la que participó el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María, comenzó en el año 2012: Estudiaban la presencia de herbicidas en agua superficial de la provincia de Córdoba y descubrieron que la atrazina era el herbicida más frecuentemente detectado (trabajo realizado por la Dra. Romina Bachetti).
“Posteriormente nos interesaba saber qué pasaba en el agua subterránea utilizada en tambos de la región, ya que nos encontramos dentro de una de las cuencas lecheras más importantes del país. Además, sabíamos por antecedentes de estudios previos que la atrazina es un compuesto que puede acumularse en el tejido graso por lo que aprovechamos para tomar muestras de leche del tanque de frío de los tambos”, recordó Noelia Ursele.
Es importante señalar que la atrazina es el tercer veneno más usado en Argentina, después del glifosato y el 2,4D.
“Las medidas a tomar pueden ser regular la aplicación de este herbicida y buscar estrategias que permitan eliminar o degradar la atrazina a metabolitos menos tóxicos una vez que llega al ambiente, como por ejemplo la biorremediación”, concluyó.