“Constatamos nuevamente el estado de abandono generalizado y las condiciones inhumanas de vida en dos hospitales psiquiátricos dependientes de la Provincia de Córdoba. Recorrimos el Hospital Colonia Emilio Vidal Abal de la localidad de Oliva y el Hospital Regional José A. Ceballos de Bell Ville.” Manifiesta Montero.
Panorama general desolador, falta de medicación y mas
En el informe desarrollado por Montero y su equipo queda registrado lo que sucede en el Vidal Abal.
“Estado de abandono total de los pacientes, los edificios y los trabajadores.
En los parques de los hospitales abundan los yuyos altos, las alimañas, los cables pelados, los pozos y las construcciones abandonadas, todos peligros para los pacientes. Falta personal especializado. Patrimonio histórico arruinado: abundan las edificaciones abandonadas desde hace años.
En ambos hospitales los profesionales de la salud aseguran que escasea o directamente falta la medicación psiquiátrica, por lo que se alteraron los tratamientos. Esto desestabiliza a los pacientes y desmejora su calidad de vida. En Bell Ville, incluso, los profesionales aseguran que hubo pacientes que ejercieron violencia por el desequilibrio generado por la baja en la medicación.” advierte Montero en su informe.
El Vidal Abal: Un foco para el dengue
La cantidad de mosquitos es sorprendente, hay por todos lados; es un foco infinito del vector del dengue, chikungunya y zika. Las humedades y las paredes descascaradas son la constante, como muestra de los años de falta de mantenimiento o de obras mal realizadas. Los baños son asquerosos. Hay aguas servidas, mugre histórica, olores insoportables. Apenas al entrar provocan ganas de vomitar.
“El cuerpo vuelve a acusar recibo frente al horror, ganas de vomitar, ojos que se nublan, piel de gallina, olor que descompone. Estas son las sensaciones que provoca caminar por los pasillos, los patios, las habitaciones y los baños de los hospitales de Bell Ville y de Oliva”. Atestigua Montero.
“Cómo es posible que el gobierno someta a nuestros conciudadanos a semejante indignidad. Qué más hacer para que el gobierno entienda que las personas que allí están son sujetos de derechos, sienten, se duelen, sufren, se alegran, ríen y lloran como cada uno de nosotros”. Manifiesta asombrada la legisladora provincial.
Muchas denuncias, pocos cambios
“La situación de estos psiquiátricos es insostenible y las autoridades no pueden argumentar que se trata de una situación por ellas desconocida o en la que no contribuyeron, todo lo contrario: son responsables. Esto es así porque se trata de las mismas autoridades que ocuparon puestos jerárquicos en los últimos años.
Además de los trabajadores, diversos organismos y funcionarios vienen denunciando desde hace años la situación de los psiquiátricos (como el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Córdoba).”
Sólo la legisladora Liliana Montero lleva realizadas 20 presentaciones legislativas (como proyectos de ley y pedidos de informes) y tres denuncias penales (una en 2012 y dos en 2013) sobre esta materia.
Amparo Judicial para los pacientes del Vidal Abal
“Analizamos junto con la Asamblea Permanente Por los Derechos Humanos (APDH) la presentación de una acción de amparo en virtud de las condiciones inhumanas de vida y del déficit edilicio, el que no garantiza garantías mínimas de seguridad e higiene.”
“La presentación judicial se realizará en defensa del derecho de las personas alojadas en las dos instituciones visitadas a vivir en condiciones dignas, y en resguardo de su vida y salud. Recordamos que APDH ya acompañó las denuncias realizadas en el año 2013.” Explica Montero.
Lo positivo para Montero: el personal trabaja compromiso a pesar de las condiciones inhumanas
Si algo resalta en su informe Liliana Montero es el valioso recurso humano del Vidal Abal y del Ceballos: “Si algo de todo este horror se puede rescatar, sin duda, es el esfuerzo, el compromiso, las ganas y la voluntad que ponen los profesionales y demás trabajadores de ambos establecimientos. Las condiciones en que ejercen su tarea cotidiana son inhumanas.” Concluye.