En el lanzamiento de campaña, el candidato del cordobesismo dijo que saldrá a buscar más figuras de otras fuerzas para sumar al peronismo. Juez, el blanco. Clamor por Schiaretti.

“Es cierto que en esta elección hay dos candidatos que son justicialistas, pero miren lo que hizo uno cuando tiró a la desidia la gestión de la Ciudad y miren lo que estamos haciendo nosotros después de tantos años”. Ese fue tan sólo uno de los pasajes del discurso de Martín Llaryora en los que el intendente de la capital cordobesa y candidato a la gobernación de la provincia por el oficialismo de Córdoba expuso en el acto de lanzamiento de campaña el que parece será el principal argumento para salir a la cancha y disputarle la sucesión de Juan Schiaretti a su principal competidor, el candidato de Juntos por el Cambio, Luis Juez, que ocupó la intendencia entre el 2003 y el 2007.

En los corrillos del justicialismo cordobés dicen que la estrategia consistirá en “tirarle con la gestión por la cabeza” al cambiemismo y ese mandamiento no sólo quedó en claro con las críticas directas a Juez y al radicalismo, que también gobernó la capital entre 2011 y 2015, sino poniendo en valor el rol de los intendentes que ocupan los principales lugares de las listas de Hacemos Unidos por Córdoba, el nombre adoptado por el cordobesismo para las elecciones que definirán al sucesor de Schiaretti.

Tal como estaba previsto, la presencia plena de la dirigencia de la coalición oficialista sirvió para dar el primer paso en la campaña hacia el 25 de junio, donde se puso un especial énfasis en la transversalidad con la que el schiarettismo también busca dar un mensaje nacional.

Además del intendente que quiere ser gobernador, también estuvieron presentes el gobernador y candidato a presidente, Schiaretti; la radical aspirante a la vicegobernación, Myriam Prunotto, y los candidatos y candidatas a la Legislatura. También se enconlumnaron intendentes, intendentas, jefes y jefas comunales y dirigentes de las distintas fuerzas políticas que forman parte de la alianza que lidera el PJ provincial.

“Nosotros no somos otro país. Ahora, qué país sería la Argentina si estuviera gobernada con el modelo cordobés y qué Argentina tendríamos si estuviera gobernada por un presidente de la talla de Juan Schiaretti”, dijo Llaryora, al cerrar el acto en el salón de eventos del hotel Quórum de la capital cordobesa. Mirando al gobernador, el candidato se comprometió a apoyarlo para que pueda “rescatar a la Argentina, porque no hay provincia ni ciudad que se pueda rescatar si la Argentina no se desarrolla”.

La transversalidad cordobesista

“Nosotros recibimos muchas cachetadas porque somos los que pusimos la cara, Javier”, dijo Prunotto dirigiéndose en modo directo a Javier Pretto, el expresidente del PRO que tuvo su regreso oficial a las filas del peronismo provincial y será candidato a la viceintendencia capitalina por el oficialismo.

Mientras que al mismo tiempo, en el acto en que también comenzaba la campaña de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Gerardo Morales hablaban de “traidores y traidoras”, Llaryora aceleraba y aseguraba que la historia no se había terminado con la conformación de listas. “No crean que esta coalición se agranda sólo para la conformación de la lista, porque vamos a salir a buscar a dirigentes de otros sectores para que sean parte del gobierno de la esperanza”, lanzó el intendente que aseguró: “A nosotros no nos importa de dónde vienen, sino si van a la Córdoba del futuro”.

“Alguien alguna vez va a contar esta historia y va a decir que hubo un momento en la historia, en que un grupo de dirigentes tuvo la sapiencia necesaria para sacarse la camiseta en un momento de crisis y trabajar para sacar a Córdoba hacia adelante”, afirmó el candidato oficialista que en reiteradas oportunidades reiteró su agradecimiento a socialistas, a radicales y a “los del PRO”. Sólo en una oportunidad, el envión de la euforia lo llevó a decir “a los kirchneristas”.

Contra Juez

Con la campaña lanzada, los cañones de los discursos cordobesistas apuntan directamente contra el candidato de JxC. Eso se notó a lo largo de todo los mensajes de la jornada en la que, además de apuntalar a la gestión como bandera de campaña, hubo críticas directas a la coalición opositora, reunida la misma hora 11 kilómetros más al sur.

“Nosotros no tuvimos que traer a nadie de Buenos Aires porque tenemos a nuestro futuro presidente acá, entre nosotros”, dijo Prunotto al dar su primer discurso como candidata a vicegobernadora, en el que también tuvo especiales palabras de agradecimiento para quien definió como “un faro” y una “gran amiga”: la senadora Alejandra Vigo.

“No necesitamos traer a ningún pope de Buenos Aires porque acá tenemos a Schiaretti”, dijo la intendenta de Estación Juárez Celman en referencia a un gobernador que, además de brindar su tradicional diagnóstico antigrieta, avanzó en las críticas a la oposición.

“El cambio es estar todos los días trabajando para que la gente pueda trabajar. El cambio no es el insulto, ni la descalificación. El cambio no es una palabra que se pronuncia cada tantos años cuando viene una elección”, dijo y también apuntó a Juez. “Si alguien quiere comparar lo que hizo cada candidato cuando le tocó gobernar, ahí se ve cuánto vale Martín Llaryora. Para hacer entrar a la provincia a los nuevos desafíos precisamos a alguien que sea serio, que nos dé certezas y que no cambie de opinión todos los días”, afirmó el gobernador.

“Hay quienes dicen saber cómo hacer las cosas, pero cuando les tocó gobernar no hicieron nada. Son puro jarabe de pico, hablando, ofendiendo, insultando, pero cuando estuvieron no hicieron nada”, agregó Llaryora un rato después, con la verba encendida. La militancia, eufórica, ovacionaba a sus postulantes en medio de la noche cordobesa.

La campaña, finalmente, ha comenzado.

Fuente: Letra P