La propuesta incluye además a las cartas y menús de bares y restaurantes.
Tras un trabajo de investigación que demostró que la mayoría de las instituciones públicas y privadas de La Falda no cuenta con servicios adaptados a las necesidades de personas con ceguera o disminución visual, estudiantes de quinto grado de la Escuela Mateo J. Molina elaboraron un proyecto para incorporar el sistema braille al croquis turístico de la ciudad.
La propuesta, realizada en el marco del proyecto “Acortando distancias” y que incluye además a las cartas y menús de bares y restaurantes, fue entregada en mano el último martes al intendente Javier Dieminger, quien se acercó a la institución tras ser convocado por los chicos y chicas. Allí, el mandatario escuchó la idea y se comprometió a darle “curso legal” para que llegue al Concejo Deliberante y así tenga una respuesta institucional.
“Es una idea que nace en 2018, intentando ampliar la enseñanza del circuito de comunicación. Así surgió la pregunta ante el grado: ¿Qué pasa con las personas con discapacidad? Se comenzó trabajando con el lenguaje de señas pero después la pandemia nos detuvo. Este año retomamos con el nuevo grupo y comenzamos a fijarnos qué falta en la ciudad en materia de inclusión”, contó a La Estafeta la docente de Lengua y Ciencias Sociales Marcela Díaz Rosales, quien guió el proyecto junto a su par Silvia Correa, también docente de la Escuela Emilio Meincke y maestra integradora especializada en personas con discapacidad visual en la Mateo J. Molina.
La investigación incluyó consultas a directivos y docentes de la Escuela Especial para niños con ceguera “Hellen Keller”, de la ciudad de Córdoba, y visitas a la Escuela Especial local Emilio Meincke, en el marco de un trabajo colaborativo con su comunidad educativa.
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“En base a preguntarnos qué hay en materia inclusiva en la ciudad; qué no y qué podemos hacer, nació la idea de implementar un croquis turístico en sistema braille con los puntos más importantes para la gente que nos visita y, por qué no, incorporarlo también en la carta de los principales comercios gastronómicos”, agregó Díaz Rosales, quien adelantó además que ya trabajan en otro proyecto: una encuesta propia para conocer cuántos de los/as trabajadores municipales tienen conocimientos sobre lenguaje de señas.
Y completó: “Queríamos que la propuesta llegue a la Municipalidad porque consideramos que hay que aplicar la inclusión en hechos. El intendente visitó a los chicos, recibió el proyecto y se comprometió a que siga las vías legales y esperaremos la respuesta”
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