La diputada nacional e hija del ex gobernador reclama una dupla mixta y que integre a todos los sectores del peronismo. Dijo que participará solo si puede negociar una impronta dialoguista, más parecida a la de su padre.
Natalia de la Sota es una de las integrantes de la “nueva generación” que asoma en el peronismo de Córdoba. Con un apellido más que pesado en Hacemos por Córdoba se perfila como una de las mujeres con mayores posibilidades de protagonismo.
Y como tal, ya trabaja su discurso para poder encaminar su destino hacia donde quiere en el corto plazo: ser candidata a vicegobernadora. Claro, ese es el puesto más importante que se abre en Córdoba luego del de gobernador, que intentará ser ocupado por Martín Llaryora.
Al respecto, la hija del “gallego” de la Sota que se dedicó a la política como su padre, aseguró que “sería un honor, un orgullo estar en ese lugar”. Para la diputada, el armado plural de la fórmula resulta un factor ineludible de cara a los tiempos que corren y ese factor sería muy bien cubierto por ella, en una coalición que recién ahora asoma sobre el tema del liderazgo femenino.
“Ya una fórmula mixta es difícil de no pensar. ¿Por qué no? Es un tema que hay que tener en cuenta. Pero no me gustaría que fuera a presión, que debería ser naturalmente. Hay dirigentas que están a la altura de las circunstancias”, dijo en diálogo con La Voz. Pero su figura femenina no es lo único que tiene para ofrecer en sentido político.
Natalia también quiere ser el factor “peronizante” de una coalición que, con los años, ha debido desmarcarse del kirchnerismo que cooptó al PJ a nivel nacional. “Es una nueva etapa. Por supuesto que es distinta. Negarlo sería necio. No está De la Sota, que lideró estas fuerzas; y Schiaretti no puede ser candidato. Por supuesto que es una etapa distinta y se abre algo nuevo para todos. Pero estamos a la altura, y tenemos que profundizar en lo que quedó pendiente. Aggiornados a estos tiempos. Hoy tenemos que repensar algunas cosas”, aseguró.
En ese sentido, De la Sota plantea una nueva gestión más abierta al diálogo, pero sin casamientos con extremos de la grieta. “Quiero más diálogo. Tenemos que dialogar más. Martín es un gran candidato, pero tenemos que sentarnos a dialogar con todos los dirigentes que estamos queriendo y que sabemos que podemos ser parte de lo que viene”, aseguró.
Sin dudas, la diputada participará solo si puede negociar su impronta, muy parecida a la de su padre en cuanto al perfil de gestión. Y, en consecuencia, un poco más alejada del modelo schiarettista, que se enfrenta sin tapujos con el Gobierno nacional.
“Hacemos por Córdoba ha sido una fuerza que se ha mantenido a lo largo de los años equidistante de la grieta. Y esto es un valor. Para mí lo es. Una fuerza que ha tomado sus propias decisiones, donde no ha habido dirigentes a nivel nacional, de un lado y del otro, que nos diga qué tenemos que hacer, cuáles son nuestros candidatos. Me parece que los cordobeses han tomado eso, lo han hecho propio. Y yo voy a decir lo que pienso a la hora de que esto se discuta en el seno de la fuerza que es lo que tiene que suceder”, concluyó.
Así, Natalia de la Sota parece tener un panorama más claro que el resto de los dirigentes con pretensiones a protagonismo dentro del nuevo gobierno que planea desatar el peronismo en Córdoba. La oportunidad de comenzar un rumbo nuevo es muy grande para una dirigente que quiere crecer y convertirse en líder.