El nuevo ecosistema digital no solo representa grandes retos regulatorios, económicos y sociales, sino que también está demandando un nuevo tipo de profesional digital, mucho más intuitivo, empático, flexible y creativo para asumir los retos que traerá el exponencial crecimiento de la nube y los recientes entornos de interacción, incluyendo el metaverso.
En el 2015 Richard Susskind y Daniel Susskind publicaron el libro El futuro de las profesiones, un texto que, por primera vez, abordó de forma profunda la obsolescencia de muchas de las profesiones actuales y el perfil de los nuevos profesionales del siglo XXI[1].
El texto planteó, adicionalmente, cómo los “sistemas informáticos cada vez más capaces”, desde la telepresencia hasta la inteligencia artificial, traerán un cambio fundamental en la forma en que la “experiencia práctica” de especialistas se pone a disposición de la sociedad, afirmando que la experiencia aplicada terminará imponiéndose sobre la teoría.
El libro predice el declive de muchas profesiones y describe a las personas y los sistemas que las reemplazarán durante las siguientes décadas. En la actualidad, podría decirse que el texto ha acertado en predecir muchos de los perfiles profesionales que hoy comienzan a emerger en el nuevo ecosistema laboral: desde analistas de datos, hasta arquitectos de interfaces.
Los autores argumentaron que nuestras profesiones actuales (en 2015) son anticuadas, opacas y ya no asequibles, y propusieron seis nuevos modelos para producir y distribuir conocimientos en la sociedad.
Según datos de la Escuela de Negocios ISDI, en España, es posible identificar una aceleración en la demanda de competencias y capacidades digitales de profesionales, identificando roles digitales que serán altamente demandados en el futuro cercano:
“Según el mapa de profesiones elaborado por ISDI, la aceleración digital ha creado un total de cuarenta (40) profesiones digitales, puestos con perspectivas más estables, sueldos más altos y que ya están demandando las empresas”[2].
En la lista, elaborada por personal experto de ISDI, aparece destacado el rol de especialista en metaverso, quien deberá asumir la estrategia de inmersión de las compañías en esta nueva interfaz; se encuentra también el de arquitecto(a) de la nube, quien se encargará de los servidores que alojarán nuestra información en el futuro, o responsable de compra programática, quien tendrá como tarea anticiparse a las necesidades de adquisición de las personas y las organizaciones.
Otras labores que destaca el estudio son las de: Digital/Data Analyst, que requiere conocimientos híbridos de medición y estrategia para dar sentido a los datos obtenidos; o el de eCommerce Manager, que deberá conjugar tecnologías de diseño y logística con conocimientos de marketing o posicionamiento web para abrirse camino entre la competencia.
Otra profesión es la de stack developer (desarrollador(a) informático(a)) se erige como una de las profesiones con mayor futuro en el corto plazo y mayor demanda en la siguiente década, al igual que cloud architect (arquitecto(a) de servidores de nube), responsable del diseño y el dimensionamiento de los servidores de alojamiento de información, desde OTT de video hasta bases de datos de clientes.
Entre otros puestos que serán muy demandados se encuentran: profesionales en tecnologías Blockchain y realidad virtual y especialistas en Salesforce y ciberseguridad, siendo esta última una de las profesiones mejor pagadas, pues no existe compañía en el mundo que no esté expuesta a los riesgos del cibercrimen; incluso, este rol es uno de los que posee mayor movilidad, pues la captura de talento es un fenómeno creciente.
El informe de ISDE destaca especialmente los perfiles de go.to market y change-management de las empresas. Asimismo, resalta el de traductores digitales; estas son personas con responsabilidad de negocio (en las áreas de ventas, marketing, gestión…), capaces de reinterpretar la visión estratégica y adaptarla a la nueva realidad digital.
Otras funciones están relacionadas con el marketing digital, tales como digital media planner (planificador de medios digitales), artwork specialist (especialista en ilustraciones) y omnichannel director (director omnicanal), las cuales representarán un reto sin precedente para las universidades, pues deberán crear los pensum y currículos para este tipo de profesiones, que se irán perfeccionando con el tiempo.
Para crear el mapa, ISDI ha usado una base de datos compuesta por más de 2 300 compañías que les suelen pedir indicaciones para profesiones con mucha demanda en el mercado. Dentro de la lista se destaca Accenture, IBM, WPP, L’Oréal, NTT Data e ISDI Coders, las cuales deciden el nombre de las profesiones que requieren en sus vacantes, las funciones que tendrán y la experiencia académica y laboral necesaria para ejercerlas.
Un ejemplo es el uso del término “especialista en metaverso”, que ha sido una sugerencia de la empresa de consultoría Accenture. Dan Ciocoiu-Muntiu, responsable de metaverso en Accenture Song en España, Portugal e Israel, en entrevista con el diario El País de España, explica que se debe a una necesidad de incorporar más personal capaz de “desarrollar ecosistemas y coordinar los activos” en tecnologías de realidad aumentada (AR), realidad virtual (VR) y mixta (MR)”[3].
En conclusión, muchas de las profesiones y actividades laborales que veremos en los próximos años eran imposibles de imaginar hace una década, lo que pone en evidencia la importancia de flexibilizar la formación del talento humano, teniendo como horizonte que no solo debe estar en capacidad de enfrentar los retos laborales del presente y el futuro, sino de adaptarse a los cambios que el mundo tecnológico impone a la sociedad contemporánea.