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Unidad y reelección, en la agenda de los intendentes cordobeses hacia 2023

Unidad y reelección, en la agenda de los intendentes cordobeses hacia 2023

Tras las legislativas, quieren que Schiaretti revea la medida que les impide ir por un nuevo mandato. La resistencia radical y el mapeo de los municipios. 

Tras las legislativas del domingo, un viejo reclamo que había quedado en stand by reflotó en los municipios cordobeses de cara a 2023: el pedido de una prórroga para la ley que les pone un límite a las reelecciones. Además, los intendentes y las intendentas –del peronismo por un lado y de Juntos por el Cambio por el otro- empezaron a trabajar en la unidad para llegar sin fisuras a las próximas urnas.

Pasada la jornada electoral, una de las discusiones inmediatas de cara a 2023 no sólo tiene que ver con los acuerdos internos para unificar criterios y definir candidaturas a la gobernación. Lentamente, los jefes y las jefas comunales del interior provincial empiezan a plantear la posibilidad de avanzar con una interpretación legal que permita la reelección en sus distritos. Según la última reforma electoral, no podría ser posible.

La norma en cuestión fue sancionada a finales del año 2016 y puso el límite de dos períodos consecutivos para intendentes, legisladores y tribunos de cuenta, emparentándolos de esa manera con los cargos electivos del Ejecutivo provincial. Desde todos los sectores aceptan que la reinterpretación de la norma es algo de lo que “se viene hablando”, aunque no necesariamente de manera “formal”. “En teoría, se tiene que definir en diciembre”, se animó a arriesgar un dirigente peronista consultado por Letra P.

El urnazo de JxC y las batallas por el poder en la Córdoba post Schiaretti

Más allá de los argumentos legales, el argumento que utilizan se basa en la pandemia, la crisis y la gestión complicada para la recaudación que paralizaron proyectos y obras. “Desde que asumimos el actual mandato prácticamente no pudimos llevar adelante nuestros planes de gestión porque nos abocamos casi de modo exclusivo a hacer frente a la cuestión sanitaria”, señala uno de los intendentes opositores al nivel provincial que, desde esa posición, entiende que el mayor escollo para avanzar en la “medida extraordinaria” puede venir desde quienes deseen enfrentar a los actuales mandatarios en 2023. “Ya sea desde adentro o desde afuera, siempre hay alguien que se va a enojar”, señala.

Entre quienes se oponen se encuentran algunos radicales que reniegan del “cambio de las reglas del juego según la coveniencia”, aunque asumen que se trata de una cuestión “compleja” y que aún no hay “definiciones institucionales” del espacio en torno al tema.

Municipios, el ring de la lucha cuerpo a cuerpo del peronismo en Córdoba

En el universo municipal mediterráneo se expresa en la denominada Mesa Provincia Municipios, el ente cordobés en el que se sientan los representantes de los 427 municipios y comunas cordobesas.  Allí, priman por estas horas los esfuerzos y las advertencias en pos de mantener la unidad de cada uno de tres grandes sectores de la escena política provincial.

Tras los comicios, los intendentes analizaron los resultados y su trabajo durante la campaña. “Más allá del arrastre, el poder territorial jugó un papel fundamental”, evalúa Oscar Saliba, intendente de Huinca Renancó y titular del Foro de Intendentes Radicales, que cuenta con unos 120 integrantes.

Ese poder territorial, tiene como principal referencia interior al intendente de Río Tercero y jefe de campaña de JxC, Marcos Ferrer. Al quien también se lo vio muy activo el domingo fue a Daniel Salibi, el intendente de Mediolaza y el titular del bloque radical alternativo MuCoRa, que quiere sentar a todo el partido a discutir la unidad pero sin la lógica de “repartir cargos”. Con ese fin, ya le pidió a Marcos Carasso, presidente del Comité provincial e intendente de General Cabrera, que convoque a una reunión a los 26 presidentes departamentales, los dos jefes de bloques de intendentes y a los titulares de todos los núcleos internos de partido. “Hay que garantizar los acuerdos para que cuando vengan el momento de definir candidatos no empiece irse cada uno para el lado que mejor le parece, tenemos que recuperar el valor de la palabra y los códigos, fundamentalmente”, sentencia.

Eduardo “el Gato” Romero dijo el domingo que ya está “preparado para gobernar Córdoba”. De muy buena relación con Mauricio Macri, el golfista gobierna Villa Allende, desde el año 2015 y es uno de los referentes más importantes del PRO por fuera de la Capital. Junto al intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa, comparte la virtud de haber podido combinar gestión con resultados electorales. Algo que muy pocos amarillos pudieron conseguir.

EDUARDO ROMERO (VILLA ALLENDE) Y PEDRO DELLAROSSA (MARCOS JUÁREZ)

Después de la elección, en el peronismo la discusión es una continuidad de la campaña. Por un lado, están quienes reclaman el encolumnamiento nacional, del otro quienes buscan fortalecer el rumbo trazado por el PJ provincial para garantizar la continuidad al frente del Centro Cívico. Entre los últimos, Martín Llaryora aparece a la cabeza de las preferencias y ya hay colegas que solicitan al sanfrancisqueño una definición que lo proyecte como el futuro candidato del espacio.

El intendente capitalino sabe que su suerte estará atada a una buena gestión. No quiere superponer objetivos a riesgo de que una cosa trunque las posibilidades de la otra. Detrás de él, hay referentes locales que empujan para convertirse en protagonistas del proceso que se abre de cara a los dos años por venir.

Como ya contó Letra P, uno de ellos es el riocuartense Juan Manuel Llamosas. Pero también están aquellos que podrían aspirar a ser reelectos y, sin necesidad de modificaciones en las reglas electorales, jugarán un papel central desde el territorio. Marcos Torres, de Alta Gracia; Facundo Rufeil, de La Calera, el propio diputado electo Ignacio García Aresca, de San Francisco, son los que gobiernan las ciudades más importantes. Pero allí también hay que agregar a los extrapartidarios aliados en Hacemos por Córdoba que, sobretodo a partir de los dichos frentistas en los que Schiaretti habla de un “partido cordobés”, van ganando importancia por el peso específico de las ciudades que gobiernan: el vecinalista Daniel Gómez Gesteira, de Villa Carlos Paz; y el socialista Gabriel Musso, de Cosquín, son dos que desde hace rato se cuentan en las filas del oficialismo.

Tras manifestar su apoyo al cordobesismo en la previa a las generales del domingo, también podría sumarse en ese listado al intendente de Salsipuedes. Más allá de su peso territorial, lo que se destaca en el perfil de Marcelo Bustos es su significancia política. Es el titular del COMUPRO, un bloque que nuclea a una treintena de intendentes que históricamente estuvo comandada por dirigentes alineados al macrismo.  

Las caras para la renovación del cordobesismo

Desde el Frente de Todos (FdT) aseguran que hay al menos medio centenar de intendentes dispuestos a discutirle el perfil del peronismo a Schiaretti. Gastón Tomatis, intendente de Las Acequias, afirma que las condiciones están dadas para avanzar en esa dirección. “Acá no es que no pasó nada, el gobernador se puso la campaña al hombro y sacó el 25% de los votos. Juez le ganó por 30 puntos, mirá si no vamos a tener nada que decir”, advierte ante la consulta de Letra P.

En el sur provincial, con referencia principal en Martín Gill pero con dirigentes con peso histórico propio como el intendente Fabián Francioni (Lerones), empezó a tomar fuerza la idea de romper con el bloque oficialista para negociar en la Mesa Provincia-Municipios un espacio que represente la unidad de quienes se mantienen alineados con la Casa Rosada.

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