En el búnker opositor, los festejos no lograron esconder del todo las proyecciones hacia 2023. Ojeando la interna, el gobernador eligió celebrar nacionalmente.
Finalmente, hubo urnazo. Tal como lo marcaban los ánimos durante la última semana, Juntos por el Cambio (JxC) obtuvo una contundente victoria en las elecciones de este domingo que le permite quedarse con la representación mayoritaria excluyente entre los cordobeses en el Congreso. “La Capital del Basta”, como la decidió nombrar en medio de los comicios la alianza opositora, volvió a tocar techos históricos y abrió un camino hacia 2023 que, aunque no se diga, empieza a preocupar al oficialismo cordobés.
Ya en la previa, el propio Luis Juez hablaba de una “paliza histórica a los dos peronismos de Córdoba”. En el búnker predominaban los discursos eufóricos, las lecturas triunfalistas y las proyecciones a futuro. No obstante, hubo quienes eligieron la prudencia a la espera de los resultados, pero hablaban de la “responsabilidad para construir con miras al 2023”.
Los primeros datos oficiales del escrutinio empujaron los festejos que, aunque aparentaron ser menos efusivos que los que se observaron en septiembre, estuvieron marcados por los agradecimientos mutuos y la emoción colectiva.
“La gente nos ha dado un mandato para representarlos y vamos a trabajar para tener la firmeza suficiente para sostener la representación que hemos obtenido con el voto”, dijo Luis Juez al hacer uso de la palabra en medio de una ovación que coreó su nombre al unísono para coronar lo que posiblemente haya sido la elección más importante de su trayectoria política.
“Córdoba ha elegido una expresión plural, pero categórica, con pluralidad ideológica porque la gente nos quiere juntos y juntos nos va a tener”, dijo, casi a modo de compromiso con la coalición que intentará mantenerse unida y proyectar su presente hacia el 2023.
Para hacerlo, la estrategia fue bajarle la espuma al juego de las ambiciones personales. Algo que, según se venía advirtiendo, ya era parte de un acuerdo entre las partes en la previa a la jornada del domingo. “Lo que tenemos que hacer es trabajar por el sueño de los cordobeses. Darles la posibilidad de que esta provincia pueda recuperar un montón de valores que no tiene. (Ser gobernador) No es el sueño ni mío ni de Rodrigo de Loredo. Es el sueño de cambiar esta provincia”, aseguró el senador electo.
De todas formas, detrás de bambalinas, hubo ceños fruncidos con algunas definiciones y omisiones. “Nadie le pasó el micrófono a nadie del PRO”, se quejó algún militante en medio de la euforia. Además, Juez celebró la “firmeza” de De Loredo para “cargarse al hombro” al radicalismo e hizo gala de la independencia de la dirigencia cordobesa para llevar adelante la campaña “sin tutores ni promotores”. No faltó, entre el público amarillo, quienes recordaron las sucesivas presencias de Patricia Bullrich, Mauricio Macri y el propio Horacio Rodíguez Larreta, que pasaron por la provincia para apuntalar la campaña.
Schiaretti elige mirar adelante, y afuera
“Ni optimistas, ni pesimistas. Realistas”. La frase salió de la boca del viceintendente de la Capital, Daniel Passerini, en medio de la expectativa por la llegada de los primeros resultados oficiales. Lo cierto es que la última etapa de la campaña el objetivo expuesto del peronismo provincial pareciera haberse ido adaptando a las posibilidades.
La celebración que en las primarias se sustentaba en la concreta posibilidad de mantener las tres bancas que se pusieron en juego en la Cámara de Diputados, pasó a centrarse solo en la recuperación del escaño en el Senado. “En un momento en el que las urnas acaban de ratificar el empate de debilidades, tener un bloque independiente en Diputados y una banca en el Senado vuelve a ratificar la importancia de Córdoba en el futuro de la Argentina”, celebró Juan Schiaretti, eligiendo poner el foco en la parte que el peronismo cordobés eligió destacar.
El gobernador, que saludó a los ganadores de JxC pero no hizo mención al diputado electo del FdT, también reconoció la dificultad que representó para el cordobesismo intentar terciar en “una elección absolutamente nacionalizada y polarizada entre dos partidos nacionales”. En ese marco, reconoció haber obtenido “un resultado superior al esperado”, aunque con una diferencia de 30 puntos a favor de las fuerzas opositoras, esa definición pueda sonar un tanto impostada.
Sobre el cierre de la elección, que marca el camino hacia 2023, Schiaretti volvió a destacar la necesidad de formar un proyecto que supere los límites provinciales. “Ya es la hora de que haya en la patria argentina una mirada federal en serio, desde el interior de la patria. Hacemos por Córdoba trabajará para construir ese espacio desde la provincia. Quiero decir basta de la grieta que tanto daños nos hace a los argentinos”, dijo el gobernador. En ese trabajo, estará obligado a un trabajo previo: sostener al peronismo en el Ejecutivo provincial. En el PJ cordobés, también, el orden por construir empieza desde adentro.
Fuente: Letra P
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