Olvidando que Argentina era una nación amiga, el 3 de enero de 1833 los ingleses invadieron las Malvinas y expulsaron a la población de las islas. Hoy la Cancillería argentina recordó ese momento, reafirmó su disposición a retomar las negociaciones con el Reino Unido y llamó a “poner fin a esa situación anacrónica”.

Ubicadas en el océano Atlántico Sur, a 343 kilómetros de Argentina y a 12.686 kilómetros del Reino Unido, se encuentran las islas Malvinas, un archipiélago casi insignificante cuyo valor radica en su función como base naval y aérea para el control de las rutas navales que transitan por el Cabo de Hornos y las aguas que los rodean.

Estas islas formaron parte del área bajo jurisdicción de España desde la entrada en vigor de los primeros instrumentos internacionales que delimitaron el Nuevo Mundo poco después del descubrimiento en 1492. Siguieron formando parte del Imperio español hasta que este se vio forzado a dar la independencia en 1816 y cuatro años más tarde, la nueva nación argentina izaba bandera en las Malvinas.

Así el Gobierno argentino procedió al dictado de normas y al establecimiento de las estructuras jurídicas y administrativas que consolidaron el ejercicio pleno de su soberanía. En este sentido, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires creó en 1829 la Comandancia Política y Militar de las Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos siendo nombrado Luis Vernet como gobernador.

Inglaterra puso la mirada en las Malvinas con el objetivo de tener una base en todos los enclaves geográficos estratégicos que le permitiesen controlar el tráfico marítimo mundial y el 3 de enero de 1833 los ingleses invadieron las Malvinas y expulsaron a la población de las islas. Aquel acto de fuerza de una violación del derecho internacional de la época: desde el punto de vista jurídico, el Reino Unido debía respetar la integridad territorial de un Estado con el cual mantenía relaciones pacíficas.

Desde entonces hasta la actualidad los distintos gobiernos argentinos han reclamado sin éxito la devolución de las Malvinas al pueblo argentino, permaneciendo bajo dominio británico, excepto durante el breve período de la guerra de las Malvinas en 1982 que duró 74 días.