Así se desprende de un sondeo de opinión realizado recientemente por las consultoras D’Alessio-Irol y Berenztein. Además, un 43% se mostró a favor de la prohibición de su uso en las escuelas públicas porteñas.
Al medir el humor social de los argentinos, un sondeo de opinión realizado por las consultoras D’Alessio-Irol y Berenztein arrojó que el 70 % de los consultados se manifestó en contra del lenguaje inclusivo y que un 43 % se mostró a favor de la prohibición de su uso en las escuelas publicas de la ciudad de Buenos Aires.
La decisión adoptada por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta para “reforzar el aprendizaje” disparó no sólo las críticas de las autoridades bonaerenses, entre ellos el gobernador Axel Kicillof, sino también de los sindicatos docentes, que están a favor de su implementación.
“A partir de ahora, los docentes de la Ciudad de Buenos Aires tienen que respetar las reglas del idioma español”, advirtió Rodríguez Larreta el 10 de junio.
La nueva norma se basa en la premisa de que las reglas de la lengua española brindan diversas opciones para comunicarse de manera inclusiva “sin necesidad de tergiversarla, ni de agregar mayor complejidad a la comprensión y fluidez lectora”, señalaron desde el Ministerio de Educación de CABA.
En este contexto, un 70% de los encuestados dijo estar en contra del lenguaje inclusivo, un 23% estar a favor y un 7% evitó contestar. Sin embargo, de los que respondieron afirmativamente, el 97% sentenció que su uso debería ser optativo.
Los datos recolectados corresponden a la medición realizada en forma online en junio de 2022, donde se incluyeron las respuestas de 600 encuestados mayores de 18 años de todo el país.
Al ser consultados por la decisión de Rodríguez Larreta, un 43% entendió que se trata de “una preocupación genuina por el aprendizaje”, mientras que un 27% consideró que “es una postura política”.
En tanto, un 15% opinó que “es una medida contra la ideologización del lenguaje”; un 13% consideró que “es un freno a la inclusión de las diversidades”; y un 2% prefirió no contestar.
Al diferenciar a los votantes de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, los resultados son más que elocuentes: mientras el 64% de los primeros cree que es una preocupación genuina por el aprendizaje, el 46% de los segundos está convencido de que hay una postura política detrás de esa normativa.
Infobae