El gobernador encabeza la lista única provincial y será presidente del Partido Justicialista de Córdoba por primera vez en su extensa trayectoria política. Caserio en Punilla y Alesandri en Calamuchita desafían el fenomenal aparato de Schiaretti en las únicas internas del territorio provincial.
Carlos Alesandri en Calamuchita y Carlos Caserio en Punilla son dos de los pocos “sobrevivientes” en la escena política provincial que, allá por 1998, acompañaron a José Manuel de la Sota en su hazaña de arrebatarle el poder al radicalismo luego de una hegemonía de más de una década. Ellos, junto a Herman Olivero, Jorge “zurdo” Montoya, Domingo Carbonetti y Olga Riutort, entre otros, iniciaron una epopeya que ya lleva más de 20 años al mando de la provincia mediterranea.
Estos dirigentes compartieron la primera gestión delasotista con Juan Schiaretti, quien asumió como ministro de Producción. Por entonces, Schiaretti era respetado por De la Sota por su capacidad de gestión, que un par de años después lo llevó a convertirse en ministro de Economía, y vicegobernador en el segundo mandato delasotista, pero el actual mandatario provincial no integraba el núcleo íntimo del gobernador.
En las últimas elecciones legislativas nacionales, tanto Caserio como Alesandri decidieron apoyar la lista del PJ nacional representada por el Frente de Todos que tuvo una magra cosecha ante el aluvión de Juntos por el Cambio y enfrentando también a la lista schiaretista de Hacemos por Córdoba. Esto fue tomado como una afrenta por el gobernador Schiaretti quien los tildó de kirchneristas y ordenó no darles lugar en las listas de unidad que impulsó en el resto del territorio provincial.
Asi es que hoy habrá lista única a nivel provincial y Juan Schiaretti se convertirá en presidente del Partido Justicialista de Córdoba por primera vez en su extensa trayectoria política. Pero sus delfines deberán competir en Punilla y Calamuchita, donde efectivamente habrá elecciones e intentarán arrebatarle la supremacía a los dos viejos caudillos delasotistas.
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En Calamuchita la lista que bendijeron desde El Panal, lleva como candidato al intendente de Santa Rosa de Calamuchita, Claudio Chavero, y se deberá medir con el intendente de Embalse, Federico Alesandri, hijo del delasotista, Carlos, actual legislador provincial. Allí Alesandri llama a recuperar los “valores de José Manuel De la Sota” y a “construir un justicialismo fuerte con hombres y mujeres con proyección nacional, insertado en el movimiento nacional” y dejar de lado el “partido provincial chiquito y mezquino” de Schiaretti.
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En Punilla, el quinto departamento más poblado de la provincia, Schiaretti impulsa a Matías Montoto, intendente de Huerta Grande, como uno de los nuevos dirigentes. El jefe comunal encabeza la lista 10, la oficialista, junto a la funcionaria Débora Petrakovsky y al peronista Miguel Suárez. Allí se enfrentaran con la hija del ex senador nacional, Mariana Caserio, legisladora provincial, a quien secunda el tambien legislador Miguel Maldonado, y que cuenta con el apoyo de un gran número de los intendentes y jefes comunales de ese valle.
Hacia adentro del propio oficialismo provincial reconocen que será muy difícil dar vuelta la historia en ese distrito y desbancar a los Caserio. Por eso, en Hacemos por Córdoba ya agitan la teoría del “ganar perdiendo”. Acortar las diferencias y lograr una marca digna (hablan de un 30%), es un objetivo que llevaría conformidad a las huestes schiarettistas. Saben que una “paliza política” en Punilla empañaría cualquier eventual victoria en Calamuchita, e incluso, la demostración de unidad en los otros 24 departamentos.
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Al margen de esto, la interna partidaria de este domingo también ordenará al PJ cordobés y lo pondrá a pensar en lo que viene: los armados de las fórmulas en provincia y en la capital cordobesa. Porque, así como Schiaretti quedará al frente del PJ provincial, el intendente Martín Llaryora será proclamado como presidente del peronismo en la Ciudad. Y debajo de Schiaretti quedarán, entre otros, el vicegobernador Manuel Calvo, la diputada nacional Natalia de la Sota, el legislador provincial Oscar González y el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas.
Del otro lado y en silencio, intendentes y referentes comunales que asumieron las listas de unidad, aún manteniendo su cercanía con el FdT, aguardan también los resultados con una renovada expectativa. Saben que ganarle a Schiaretti en los lugares en los que se pudo arribar a la decisión de enfrentarlo puede renovar en Córdoba las esperanzas del espacio nacional, desinfladas y golpeadas luego de la pobre cosecha de votos obtenida en noviembre del año pasado.